Crítica

Me gusta la película que me he montado en la cabeza

Reseña de 'Tratamos demasiado bien a las mujeres', de Clara Bilbao, en la Sección Oficial A Concurso del Festival de Málaga

Una imagen de la película de Clara Bilbao

Una imagen de la película de Clara Bilbao / La Opinión

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

TRATAMOS DEMASIADO BIEN A LAS MUJERES

  • Dirección: Clara Bilbao
  • Guión: Miguel Barros, sobre la novela de Raymond Queneau
  • Reparto: Carmen Machi, Antonio de la Torre, Julián Villagrán, Isak Férriz, Diego Anido, Óscar Ladoire, Luis Tosar, Gonzalo de Castro

Ha pasado ya un buen rato desde que terminó la proyección de 'Tratamos demasiado bien a las mujeres' y sigo pensando en la dichosa película; tanto que, de alguna manera, me temo que la que tengo ya en la cabeza poco tiene que ver con la que firma Clara Bilbao. La que me está entusiasmando ahora mismo es una mezcla entre la 'Evil Dead' original, un guión de Rafael Azcona, 'Los odiosos ocho' y la truculencia corrosiva de Raymond Queneau (al fin y al cabo, el autor del libro en que se apoya Bilbao).

El problema es que, como aún no he perdido del todo la chaveta, sí que recuerdo la película que pasó delante de mis ojos antes y la verdad es que no me parecía tan flipante como la que me estoy montando yo en este rato. Sí, está feo recriminarle a un filme no ser lo que tú quieres que sea, lo tengo claro, pero creo no hablar sólo en mi nombre cuando sostengo que a la cinta le cuesta encontrar, y mucho, su tono, que se arrastra con cierto compás mortecino y apagadete cuando el material del que parte pide más marcha y chispa. En realidad, adaptar la novela de Queneau debe de ser algo de lo más complicado: el texto original, una broma a costa de la obsesión de la época por el pulp, oscila entre cierta seriedad y bastante cachondeo, con momentos abracadabrantes, absurdos y subidos de tono, amén de las explosivas reflexiones políticas y unas vibraciones iconoclastas marca de la casa. Un mejunje importante, desde luego. 

Es una pena que 'Tratamos demasiado bien a las mujeres' tarde tanto en coger la velocidad y el tono adecuados, porque cuando lo hace resulta un artefacto saludablemente perversillo y molón. Y lo es por Carmen Machi, que incorpora a una facha magnética y explosiva, una novia ensangrentada capaz de absolutamente todo para salirse con la suya. Ella sí interpreta a la perfección la película que yo tengo en mi cabeza, insolente, diabólica, de sonrisa torcida. La que verán ustedes, insisto y ya lo siento, me da que no les resultará tan divertida.