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'La abadesa', la figura de una más de las mujeres olvidadas por los libros de Historia

El cineasta catalán Antonio Chavarrías viaja al siglo IX para descubrir la historia de una mujer que con sólo 17 años le dieron un poder que en la época era considerable, ser abadesa

Rueda de prensa de presentación de la película 'La Abadesa'

Rueda de prensa de presentación de la película 'La Abadesa' / L.O.

José Luis Picón (EFE)

El cineasta catalán Antonio Chavarrías descubrió, perdida apenas en un párrafo de un libro de Historia, la figura de una mujer que decidió ejercer su poder en el siglo IX y decidió llevarla a la pantalla en su nueva película, 'La abadesa'.

"Fue una mujer que existió realmente, a la que con solo 17 años le dieron un poder que en la época era considerable, ser abadesa. Lo que no era habitual fue que decidiese ejercer ese poder, y eso le creó conflictos a su alrededor y dentro mismo de la abadía", afirma Chavarrías en una entrevista con EFE.

Cuando empezó a investigar, constató que "casi no hay documentación sobre ella, porque es un personaje que ha sido olvidado por la Historia, como tantas otras mujeres, aunque en su momento tuvo un gran peso", añade el cineasta, que ha presentado este jueves la película en la sección oficial a concurso del 27 Festival de Málaga.

Inicialmente pensó que solo la produciría, por lo que encargó un guion y empezó a pensar en quién la dirigiría, pero ese guion no le "acabó de gustar" y decidió escribirla y dirigirla él mismo.

Fotograma del filme

Fotograma del filme / L.O.

"Uno de los desafíos era acercarnos a una época muy desconocida, porque por ejemplo en el vestuario había de los romanos y de la Edad Media, pero no de estos años, y hubo que recrearlo todo y empezar de cero en todas las cosas".

El rodaje se desarrolló en el Castillo de Loarre (Huesca), que después de esta primera función se convirtió en un convento agustino, "con lo que tenía dentro edificaciones religiosas, como una iglesia, una cripta o capillas, y eso ayudó, porque, si hubiera sido un castillo puramente, todo habría sido muy militar".

"Está situado además en medio de paisajes extremos y muy poco contaminados, en la zona de Huesca, que ha quedado un poco olvidada, la España interior, algo que la ha condenado económicamente, pero en cuanto a patrimonio ha quedado con gran pureza".

Pese a que se desarrolla en el siglo IX, reivindica la vigencia de muchas de las situaciones que refleja, como los problemas de la abadesa por tomar la iniciativa siendo mujer.

"Me fui dando cuenta de que muchos de esos conflictos se podían proyectar en el presente, como con los moriscos, a los que ven como un peligro, algo muy actual, que vemos en París o en España, los conflictos territoriales y el conflicto de la mujer por encontrar su lugar en un mundo muy masculino".

Se trata de un momento histórico "en que se está definiendo lo que hoy somos, había desaparecido el mundo grecorromano, que era muy diferente al cristianismo, y se estaban creando las fronteras, las lenguas, los prejuicios y una determinada moral cristiana, y todo eso ha pervivido".

Sobre el reparto, que encabezan Daniela Brown, Blanca Romero, Carlos Cuevas, Ernest Villegas, Berta Sánchez, Oriol Genís y Joaquín Notario, resalta que "entendieron todos muy bien el papel que estaban haciendo y el momento histórico que representaban".

"Es una película coral, y todos asumieron su personalidad y eran coherentes según avanzaba la historia para hacerlos evolucionar", según Chavarrías, que apunta además que es una historia "de descubrimiento, no de enseñarlo todo el principio, sino ir desvelando".

También ha intentado "no juzgar" a esos personajes, no ponerse "del lado de la abadesa, de Eloísa o del conde, sino que cada uno exponga sus razones y por qué piensan y actúan así".

Esta es una coproducción hispano-belga porque "le daba más capacidad económica a una película que lo necesitaba" y se "abren territorios", afirma el director, partidario de las coproducciones europeas y con Latinoamérica.

"De esta forma incorporamos talento. He descubierto a unos actores y una posproducción belga increíbles, en el sonido o en el tratamiento del color, y hemos salido todos muy contentos de la experiencia".

Chavarrías ha tardado ocho años en volver a dirigir un largometraje, algo que achaca a que, en su faceta de productor, ha "dedicado el tiempo muchas veces a otros proyectos" y ha "dejado de lado" los propios.

"Cuando diriges, tienes el cien por cien de tu capacidad en la película, y te desconectas de lo demás", asegura el cineasta, que considera "más difícil escribir que dirigir, porque cuando diriges tienes un equipo que te apoya y te empuja, pero cuando escribes estás solo".