La última alfombra roja

Rojo pasión para abrirse paso ante la lluvia

Había llovido, afortunadamente, durante toda la jornada pero las nubes dieron un respiro justo cuando tocaba desplegar la última alfombra roja del vigésimo séptimo Festival de Málaga. Una alfombra, por cierto, más roja que nunca

Transparencias, mucha pierna al descubierto y el regreso de Kerem Bürsin protagonizaron el paseíllo final de la cita cinematográfica

Había llovido toda la jornada, como también la anterior. La organización del Festival de Málaga ya estaba pensando en el plan B para la celebración de la alfombra roja de clausura de la vigésimo séptima edición pero los pronósticos meteorológicos anticipaban que a las 17.00 horas, justo media hora antes de que estuviera convocado el último paseíllo del certamen frente al Teatro Cervantes, las nubes tendrían clemencia y se detendrían por un buen rato. Y así fue. Y así la cita malagueña con el cine en español pudo tener el mejor de los finales posibles, el que siempre reúne a los que hacen las películas y series con quienes las ven y disfrutan, el público.

La alfombra roja de la gala de clausura del Festival de Málaga de 2024, en fotos

Ella Kweku, con uno de los diseños más atrevidos de la velada / Gregorio Marrero

Fue una noche con unas tendencias muy marcadas: ellas lucieron mucho, mucho rojo, un rojo pasión en diseños que también dejaban al descubierto una pierna (como los que lucieron la influencer Lola Lolita y la actriz Maggie Civantos, por ejemplo). La intérprete Gabriela Andrada se embutió en un diseño enteramente rojo por si había dudas de cuál era el tono de la noche. Elegantísimas, como siempre, estuvieron Paula Echevarría y Jaydy Míchel, así como la propia presentadora de la noche de clausura, Elena Sánchez, que deslumbraron.

La alfombra roja de la gala de clausura del Festival de Málaga de 2024, en fotos

Kerem Bürsin, el adorado por el público malagueño, regresó a la alfombra / G. Marrero

Todas y todas fueron vitoreados por el numeroso público que se concentró en los aledaños del Cervantes, pero ninguno como el actor y modelo turco Kerem Bürsin, que regresó al certamen dos años después y que volvió a comprobar que aquí se le quiere y mucho.