De cíclopes y otras mitologías familiares

La ilustradora y escritora Sol Linares (Trujillo, Venezuela, 1978) tiene en su haber un número importante de novelas, algunas de las cuales han sido premiadas en su país, como es el caso de ‘Cuentafarsas’ o ‘Percusión y tomate’. Ahora, con ‘No todos los cíclopes nacen ciegos’, se ha convertido en la primera mujer en ganar el Premio Tristana de Novela Fantástica desde que tomó carácter internacional. El galardón lo convoca el Ayuntamiento de Santander y la obra la acaba de publicar la editorial palentina Menoscuarto.

La novela tiene como motor principal los recuerdos de la protagonista, la genetista Flora Mazzarri, cuya vida da un giro de 180 grados cuando descubre que el Museo de Patología del Hospital Universitario de Cabo Alto conserva los restos de su primo, que tiene la particularidad de contar con un solo ojo y por tanto, de ser cíclope.

A partir de ahí, la escritora teje con acierto una trama de intriga que juega a dos bandas, por un lado con el horror de lo diferente y por otro con la atracción de la Mitología, pues por toda la obra late la sospecha de que la estirpe de Flora podría provenir de los famosos seres mitológicos.

La escritora venezolana sabe manejar muy bien la contención para que la oscuridad de este enigma atraiga al lector en lugar de repelerle. A este respecto, juega muy bien con el tiempo narrativo, con la dosificación de la historia hasta que alcanza su cénit. Será entonces cuando lo inaudito cobre tintes de comedia costumbrista, unos toques de humor que recuerdan a algunos cuentos de dos grandes de la literatura fantástica (o improbable) como el británico Roald Dahl y el norteamericano Ray Bradbury.

Es ese giro hacia la comedia costumbrista, hacia la convivencia con lo maravilloso -como quien paseara todas las tardes con un fauno- el gran acierto de esta recomendable novela, que tan bien nos introduce en los misterios arcanos de los orígenes, esos que parecen lindar con la noche de los tiempos, cuando el mundo se explicaba con dioses y mitos. Pero ‘No todos los cíclopes nacen ciegos’ es también una indagación en el horror diario, el que está agazapado de puertas para adentro. Elementos todos ellos que podrían haber dado lugar a una novela disonante pero que Sol Linares ha sabido llevar a buen puerto... incluidos Odiseo y los suyos, mientras dejan atrás al inquietante Polifemo.

Suscríbete para seguir leyendo