Novela

Abdulrazak Gurnah: ser de un lugar y vivir en otro

El Premio Nobel firma con ‘El desertor’ una historia sobre los efectos más perversos de la colonización británica en África y especialmente el cómo los colonizados se sienten inferiores a los colonizadores

Abdulrazak Gurnah

Abdulrazak Gurnah

Afincado en Gran Bretaña desde hace mas de medio siglo, Abdulrazak Gurnah nació en Zanzíbar donde vivió hasta los veinte años en una época en la que el país era un protectorado británico. Tras la independencia una revolución derrocó a la élite árabe en Zanzíbar y la región se fusionó más tarde con Tanganica para formar Tanzania. Fue una época, en palabras de Gurnah, de «terror de Estado y humillaciones calculadas». Gurnah se había ido a estudiar al Reino Unido antes de que estallara la revolución. Pero la Gran Bretaña a la que llegó Gurnah en 1969 cuando era un estudiante de 18 años, no era muy hospitalaria con los emigrantes, especialmente con los que no eran de piel blanca.

Estos hechos biográficos marcan de manera muy acusada los parámetros de la ficción de Gurnah, desde su primera novela, Memory of Departure, y vienen recorriendo toda su obra. Pero lo hace con un hecho diferencial ya que rompe con la perspectiva habitual hasta entonces, cambiando la mirada colonial para resaltar la de las poblaciones nativas. La grandeza de la narrativa de Gurnah estriba en que está escrita desde un territorio mental que cuestiona el pensamiento eurocentrista del colonizador y hace hincapié en uno de los efectos más perversos de la colonización, como es que los colonizados se sienten inferiores a los conquistadores, y desprenderse de eso cuesta mucho.

Todo esto lo ofrece ‘El desertor’, su última novela aparecida en España donde cuenta una historia de amor llena de contradicciones, que él mismo ha denominado «romance imperial».

La novela está narrada por Rashid -aunque esto se sabrá casi al final- hermano de Amin. Rashid teje dos historias: una es en parte autobiográfica, y en gran medida dependiente de la otra, ambientada unos cincuenta años después.

Ambientado en dos períodos de tiempo: 1899 y mediados del siglo XX. La novela comienza en un pequeño pueblo de la costa este de África, al norte de Mombasa (ahora en Kenia) con el encuentro entre un oficial británico, Martin Pearce, y una mujer nativa, Rehana Zakariya. Hassanali, el hermano de Rehana, un comerciante de ascendencia india, había encontrado al inglés una mañana temprano mientras se dirigía a abrir la mezquita local. El inglés desaliñado y muerto de hambre, yacía desplomado y herido y Hassanali lo llevó a su casa. Allí, Rehana y la esposa de Hassanali lo atienden. El recién llegado resulta ser un puente entre culturas; historiador y lingüista, habla árabe y no considera que el imperio sea un favor hecho a sus súbditos. Tras recuperarse, volvió para agradecer a Hassanali sus cuidados y es cuando se siente atraído por Rehana. Ella, a su vez, también se siente atraída por él y comienzan una aventura. Pearce y Rehana inician una relación que, por supuesto, es un escándalo al ser completamente contraria a la ley islámica, por lo que se mudan a Mombasa, donde viven juntos, pero cuando Rehana queda embarazada, Pearce le da algo de dinero y regresa a Inglaterra.

Segunda historia

En la parte moderna, cincuenta años después ambientada cuando Zanzíbar está a punto de independizarse, el hermano de Rashid, Amin, establecido en Inglaterra y sufriendo los rigores del rechazo al extranjero, entabla una relación con una mujer llamada Jamila, quien resulta ser la nieta de Rehana. Esta relación no es aceptable para la familia de Amin, en parte porque Rehana había sido la amante de un inglés y obligan a Amin a dejar de ver a Jamila. Rashid se entera de los detalles de esto mucho más tarde, cuando recibe los cuadernos de Amin.

Gurnah define ya su criterio con el título de la historia: ‘El desertor’. Desertor porque los hombres blancos abandonan a sus amantes nativas, porque los musulmanes abandonan a sus parejas liberadas y porque los hombres jóvenes y educados abandonan Zanzíbar en busca de las comodidades de Gran Bretaña.

Hay además otro tipo de deserción que acecha a la novela: la experiencia colonial británica. De hecho, Gurnah parece sugerir en esta historia que Gran Bretaña abandonó sus colonias, como Zanzíbar, antes de que fuera el momento adecuado. Y deja esta cuestión en el aire.

En ‘El desertor’, como en toda su obra, Gurnah aborda la extrañeza del diferente, el desarraigo, la mezcla de culturas, o los efectos perversos del colonialismo. Todo lo que supone ser de un lugar y vivir en otro.

La narración es conmovedora pero deliberadamente inconexa y aparentemente incoherente, si bien es la manera que tiene Gurnah de reflejar un mundo en el que las relaciones entre personas, entre países, se interrumpen antes de haber seguido su curso. Gurnah ciertamente nos brinda una imagen muy vívida del trasfondo cultural y del imperio británico hasta las secuelas de la independencia africana; todo ello exhibiendo una gran agudeza psicológica y una complejidad moral en la descripción de sus personajes mas señeros, personajes que viven amores interrumpidos y cuyas vidas se ven truncadas por hechos irracionales que escapan a su control. La historia los sobrepasa sin remisión.

'El desertor', de Abdulrazak Gurnah. Editorial: Salamandra. Traducción: Rita da Costa. Precio: 19,95 €

'El desertor', de Abdulrazak Gurnah. Editorial: Salamandra. Traducción: Rita da Costa. Precio: 19,95 € / .

El desertor

Autor: Abdulrazak Gurnah

Editorial: Salamandra

Traducción: Rita da Costa

Precio: 19,95 €