Tusquets

Marguerite Duras: Una vida marcada por su dura infancia y la guerra

Tusquets publica ‘Cuadernos de la guerra’, unos valiosos textos autobiograficos donde Duras revela los hechos que marcaron su vida

Marguerite Duras

Marguerite Duras / L.O.

Al acercarnos a la obra de la escritora francesa Marguerite Duras resulta evidente que estamos ante un coloso literario que puso firma a relatos tan imperecederos como ‘El amante’, ‘El dolor’, ‘El vice cónsul’ o ‘Hiroshima mon amour’. Sus más de cincuenta libros publicados, y sus guiones cinematográficos atestiguan la inmensidad de su obra y de su vida marcada por el amor a la Literatura y al alcohol.

Nacida en Saigón, Vietnam, en 1914, la de Marguerite Duras fue una vida impetuosa y obstinada, atravesada por acontecimientos que, irónicamente, parecen sacados de la imaginación de un novelista. El desamor de su madre, con quien pasó su infancia en la por entonces Indochina francesa, marcó profundamente la vida de la escritora e hizo de ella un personaje controvertido en el que se entremezclaban las exigencias del corazón y los caprichos del cuerpo.

Duras se guardó para darlos a conocer poco antes de morir un puñado de textos de carácter autobiográfico que tienen en lo literario y lo personal un valor incalculable al asomar en ellos acontecimientos trascendentales de su vida. Son los ‘Cuadernos de la guerra’, que ahora de manera conjunta publica la editorial Tusquets. Escritos entre 1943 y 1949, en plena Segunda Guerra Mundial y en sus años inmediatamente posteriores, estos Cuadernos revelan dos etapas que marcaron su vida personal y literaria: su dura infancia y la tragedia de la guerra.

Los ‘Cuadernos de la guerra’ aparecen guardados en un sobre bajo esa denominación de Cuadernos de la guerra. Forman un conjunto homogéneo, con una coherencia tanto cronológica como temática, y fueron redactados durante la guerra mundial y poco después, entre 1943 y 1949. Son cuatro cuadernos. El primero, bautizado como ‘Cuaderno rosa marmolado’ es el más extenso, de 123 hojas. Las primeras setenta paginas son un relato sobre su infancia y adolescencia en Indochina y la segunda parte son fragmentos de ‘Un dique contra el pacífico’ y otros de ‘El dolor’.

Una vida marcada por su dura infancia y la guerra

Marguerite Duras / L.O.

El segundo (Presses du XX Siecle) contiene el comienzo de su posterior novela ‘El dolor’ y las primeras páginas de su única novela inconclusa ‘Théodora’. El tercero (Cuaderno de cien páginas), contiene el final de lo que será el texto central de ‘El dolor’.

El cuarto (Cuaderno Beige) contiene esbozos de futuras novelas y ofrece un testimonio privilegiado sobre la manera en que Duras, desde sus inicios literarios, bebe de los relatos de su propia vida para extraer de ellos materia de ficción

Con ‘Cuadernos de la guerra’ vienen ‘Otros textos’. Son un material privilegiado e inédito (salvo uno). Contienen cuatro textos autobiográficos sobre su infancia y su familia, titulados ‘La infancia ilimitada’; son los más antiguos de todo el volumen, fechados a finales de la década de 1930. El último de estos cuatro breves textos recuerda las circunstancias de la muerte de su padre en 1921. El cuaderno contiene otros seis textos, ligeramente autobiográficos y suponen los primeros ejercicios literarios de Duras. Son textos donde ya se aprestan algunos de los temas esenciales de su obra futura.

En numerosos relatos de estos cuadernos Duras hace referencia a acontecimientos centrales de su vida: la muerte de su primer hijo, la de su hermano, su tarea en la Resistencia, la deportación de su marido. Son por ello textos a los que ella daba un lugar central y casi único. Durante la guerra y la ocupaciónde Francia formó parte de un grupo de la Resistencia en el que estaban entre otros Raymond Queneau, el filósofo Edgar Morin, su marido y dirigidos todos por un tal Morland, es decir, Francois Mitterrand, que la ayudó a escapar cuando el grupo fue desarticulado por la Gestapo. «En la Resistencia el miedo era tan enorme que era como irreal. No puedo creer que hiciéramos todo lo que hicimos», recordaba después.

Ficha

  • Marguerite Duras
  • Cuadernos de la guerra 
  • Editorial: Tusquets
  • Traducción: María Condor
  • Precio: 23,50 €

Después vino su militancia en el Partido Comunista Francés del que pronto se desengañó. Tras seis años de militancia fue expulsada en 1950 por «ninfómana, arrogante y de moral suelta», el estalinismo no soportaba a intelectuales de su talla.

Tras ello vino el desencanto político que mas que eso era un «no creer en nada. Ya no queda nada. Veo a la izquierda y la derecha en la misma línea. El poder se vende como mercancía. Es una degradación de toda ideología, del pensamiento mismo. Todas las personas que están en el poder son personas degradadas».

Los textos tienen gran valor literario, pues no se trata de fragmentos o esbozos de relatos, sino de textos completos bien estructurados y organizados.

Los Cuadernos revelan una sensibilidad que aborda lo íntimo a través de un prisma literario. A los ojos de Duras el tiempo de la infancia y el de la guerra tienen en común que imponen la experiencia de la sumisión y empujan a una rebelión de la cual la escritura se convierte en instrumento.

Los Cuadernos son una expresión de la obra en estado naciente; esta matriz de los escritos futuros contiene la arquitectura primitiva de todo el imaginario durasiano y constituyen un esclarecimiento esencial para la lectura de la obra de Duras.

El primer texto cuenta sus primeros años en Indochina, donde nació, siendo entonces colonia francesa. Narra las difíciles condiciones de vida de ella, su hermano y su madre, maestra de escuela colonial. «Sufríamos mucho por nuestra pobreza», que debían ocultar al resto de la colonia francesa. También las terribles palizas que sufría a manos de su madre y de su hermano mayor que este acompañaba con todo tipo de insultos: «me pegaban porque no podían soportarme»; su romance con Leo,un riquísimo indígena, cuya relación era imposible al no ser el blanco. La Literatura le ayudó a superar todo eso. «Escribir es conseguir salir de sí mismo».

En ‘La infancia ilimitada’, habla de nuevo de esos años terribles: «nada menos soñado que mi infancia, no hubo nada de la leyenda ni del cuento de hadas que aureolan la infancia con el nimbo de los sueños». «Tuve una infancia muy pobre, muy dura».De ella solo quedó su madre.