Frank Miller inicia la transformación del universo de Daredevil

En la primera página del número #158 de Daredevil podemos leer una llamada de atención al lector que arranca diciendo: «¡De vez en cuando, un dibujante nuevo y genial aterriza en Marvel como una bomba!» De esta forma, el joven Frank Miller era presentado en la colección del Hombre Sin Miedo. Corría el año 1979 y las historias del cuernecitos no pasaban, precisamente, por su mejor momento. Todo el mundo sabe que Miller llevó al Diablo de Hell’s Kitchen a lo más alto, pero pocos conocen la situación en la que se encontraban las aventuras de nuestro héroe invidente a finales de la década de los setenta.

Después de recuperar la etapa de Iron Man de Michelinie, Romita Jr. y Layton, la línea ‘Obras Maestras’ de Panini inicia su segunda propuesta con la compilación del trabajo desarrollado por Miller y Klaus Janson en la cabecera de Matt Murdock, una propuesta que alcanzará cuatro entregas y que arranca con un primer volumen que, precisamente, ofrece un buen puñado de historias de Daredevil entre los años 1977 y 1979. De hecho, el primer número que firma Miller es el encargado de cerrar este tomo, en el que también podremos disfrutar de la primera historia en la que el reconocido autor dibujó al Hombre Sin Miedo: los números #27 y #28 de Peter Parker, The Spectacular Spiderman.

Obras maestras Marvel

• Daredevil de Frank Miller y Klaus Jason
•  Autores: Miller, Mantlo, Colan, Kane Editorial: Panini.  
• Precio: 42 €

Pero, como hemos señalado, el grueso de este volumen nos ofrece la etapa pre-Miller, por la que desfilaron autores como Jim Shooter, Gene Colan, Gil Kane, Klaus Janson y Roger McKenzie, creador de Ben Urich, de quien seremos testigos de su primera aparición. Otro estreno destacado en estas páginas es el de Paladín, que después protagonizaría Marvel Premiere #43, incluído aquí. Los regresos del Búho, el Hombre-Toro, la Viuda Negra y Bullseye, que juega un papel destacado, completan las historias de este tomo en el que el talento de Miller y Janson no ha hecho más que despegar.