Teléfono de la Esperanza

Juan Sánchez: «La pandemia ha acentuado patologías previas»

La asociación sin ánimo de lucro promueve la salud mental de las personas que se encuentran en una situación de crisis. Fundada en 1971 en Sevilla, a día de hoy está presente en 29 centros por toda España: en 1976 la organización llegó a Málaga. Desde hace 20 años, Juan Sánchez encabeza la sede malagueña que durante la crisis sanitaria ha redoblado sus esfuerzos para seguir ayudando a los demás

Juan Sánchez en la sede del Teléfono de la Esperanza de Málaga. | L.O.

Juan Sánchez en la sede del Teléfono de la Esperanza de Málaga. | L.O. / Belén Jiménez. Málaga

Belén Jiménez

«Gracias a vuestra atención estoy vivo: la vida me ha dado la oportunidad de seguir avanzando». Mensajes como este han recibido más de una vez Juan Sánchez y el resto del equipo del Teléfono de la Esperanza, una asociación sin ánimo de lucro que promueve la salud mental. «Esta organización se formó con la justificación de evitar una muerte; creo que hemos evitado más de una», asegura Sánchez, presidente de la delegación malagueña de la asociación a La Opinión de Málaga.

Ante un panorama tan excepcional e incierto como es la pandemia, la asociación ha redoblado sus esfuerzos para ofrecer la máxima ayuda posible.

En 2020 el Teléfono de la Esperanza de Málaga aumentó su labor para apoyar a aquellas personas que más lo necesitaban: de las 160.646 llamadas recibidas en sus 29 sedes repartidas por toda España, 13.075 fueron atendidas en Málaga, convirtiéndose en la provincia con mayor número de llamadas asistidas, seguida de Navarra y Murcia.

Esas consultas telefónicas se han visto incrementadas en comparación con 2019: a nivel nacional las llamadas han aumentado un 38%, mientras que a nivel provincial, en la sede de Málaga las consultas han crecido un 50%.

Este aumento está relacionado con la crisis sanitaria. «El confinamiento y la pandemia han acentuado patologías emocionales previas como son la depresión o la ansiedad», explica el presidente de la asociación. «El miedo que genera este tipo de experiencias en las emociones humanas suele ser más contagioso que el propio Covid-19», añade Juan Sánchez.

Ese crecimiento en las consultas telefónicas también se ha reflejado en los voluntarios, quienes constituyen unos de los puntos fuertes de la asociación, según su presidente. «Durante la pandemia ha crecido la solidaridad: la gente ha empatizado con los demás y esto ha desembocado en el incremento de nuestros voluntarios, pero también en otras organizaciones como son los bancos de alimentos», explica Juan Sánchez.

El cambio de rutinas, el aislamiento y la ausencia de contacto físico han afectado a la salud mental de todo tipo de personas, sin importar su edad. Según datos de Unicef, el 88,9% de los padres advirtieron cambios en el estado emocional de los niños.

Para evitar un daño en la salud mental de los niños, Juan Sánchez señala que es fundamental que los niños conozcan la pandemia con un lenguaje de acuerdo a sus edades: «Hay que establecer conversaciones con los niños, explicándoles muy bien lo que es esta situación y adaptando bien el mensaje al de su edad», recomienda.

«La soledad es el principal denominador común de todas las llamadas, es el sentimiento que más influye en el momento de marcar nuestro número», expone Juan Sánchez. En la mayoría de los casos la soledad ha sido el desencadenante de que una persona contacte con un voluntario de la asociación que le orienta para salir de esa crisis como si fuera su «GPS emocional», tal y como explica el presidente.

Durante 2020 las consultas telefónicas han tenido diversas temáticas: problemas psicológicos y psiquiátricos (70%), preocupaciones familiares (24%), cuestiones existenciales (4%) y trabas jurídicas (2%) han sido las más comunes. Sin embargo, otra temática ha sido la suicida. «La pandemia ha incrementado de manera significativa los factores de riesgo de la conducta suicida», declara el presidente.

A nivel nacional, la asociación atendió 4.935 llamadas de temática suicida en 2020, lo que supone un 55% más que el año anterior. En el caso de Málaga, también aumentó «considerablemente»: Los voluntarios trataron 300 llamadas de esa temática. «El aumento de las llamadas de temáticas suicidas no significa que se aumenten los suicidios», recalca Juan Sánchez. Con esas consultas telefónicas, lograron prevenir el suicidio casi un 21% más que el año anterior.

A mediados de mayo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advertía de las posibles consecuencias que podían acarrear la pandemia en la salud mental de las personas. Los datos del Teléfono de la Esperanza corroboran esas advertencias.

A pesar de la situación tan excepcional y complicada, Juan Sánchez hace honor a la asociación que encabeza y se muestra esperanzado con el futuro: «Ante la incertidumbre que provoca esta situación, lo mejor de alguna manera es tener esperanza de futuro».

Citando a Leonard Cohen («Hay una grieta en todo: así es como entra la luz»), recuerda que en todo momento difícil hay un halo de esperanza. Para Juan, esta crisis es una oportunidad de cambio que sirva para mejorar como personas. «Ojalá la pandemia provoque una solidaridad social y además, tomemos conciencia de lo que verdaderamente es importante».