No es un abandono de responsabilidades. Ni siquiera una estrategia para desatender obligaciones ni rebajar el esfuerzo, sino una ayuda, un apoyo, una mejora de la salud del enfermo, de sus condiciones vitales. Desde que empezó a aplicarse, hace alrededor de dieciocho meses, el programa de fin de semana de los Centros de Estancia Diurna ha sabido desbaratar prejuicios y convertirse en poco menos que una bendición para familiares y mayores.

La idea es sobradamente conocida, pero todavía no demasiado utilizada. Los centros, un total de diez en la provincia, se hacen cargo de personas con dependencia durante ocho horas los sábados y los domingos, los recogen en ambulancia, les sirven el desayuno y el almuerzo y les atienden con todo tipo de juegos y terapias. Mientras, sus cuidadores descansan, se ocupan de otros deberes o, incluso, se asoman allí como observadores y comprometidos aprendices.

La Fundación Objetivo 1 es una de las organizaciones que ha asumido la puesta en marcha del proyecto, aún en su fase piloto, aunque con grandes visos de incorporarse definitivamente a la cartera de recursos de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social. No es un pronóstico, un rápido vistazo a sus actividades bastan para cerciorarse del éxito y de sus posibilidades de continuidad.

En una de las salas del centro, un joven fisioterapeuta lanza una pelota de goma a los mayores, sentados en círculo. El lanzamiento significa una pregunta que tiene como objetivo reforzar la memoria de los usuarios, casi siempre aquejados de alzheimer. Todos, a pesar de sus dificultades, permanecen concentrados y sonrientes, a excepción de María, que rápidamente se dirige a Carlos Mejía, el director gerente de la empresa, para estamparle un beso de madre que saluda al mejor de sus hijos, su predilecto.

En el resto de dependencias, se respira armonía y cariño. El equipo de Objetivo 1 trata a los enfermos como si fueran su mayor vínculo en la tierra. Allí, reciben todo tipo de atenciones, desde estimulación cognitiva a la actividad física, dirigida por titulados en cada una de las materias. La contraprestación es el respaldo. Durante las horas que las mayores están en el centro, sus cuidadores pueden entregarse a actividades que durante el resto de la semana le están radicalmente vetadas. Des de un pequeño viaje a ocupaciones tan ordinarias como salir a hacer la compra.

Muchos, comenta Mejía, pasan un rato en el centro y buscan el asesoramiento de los profesionales. Son horas en las que el contacto con el personal sanitario es constante, lo que les sirve para actualizar el estado de sus mayores y mejorar su atención diaria.

Por el momento, son veinte personas las que se han inscrito al programa de fin de semana. Fundación Objetivo 1 cuenta en la actualidad con veintincinco plazas. Hay vacantes, aunque sólo por puro desconocimiento. Entre otras cosas, porque el centro brinda todo tipo de facilidades: desde la recogida a domicilio en ambulancia a la información detallada de cada uno de los pacientes. Todo, por un precio que casi nunca supera los diez euros diarios. "La mayoría de nuestros usuarios son de la Carretera de Cádiz o del distrito de Humilladero, que son los más poblados", señala Mejía.

El trabajo, a pesar de la profesionalidad de los empleados de Objetivo 1, no está exento de complicaciones. La primera es convencer a los familiares de que la utilización del recurso no supone una negligencia en la atención constante a sus familiares. "Muchos se sienten culpables por traerlos aquí. Pero luego se dan cuenta de que es un beneficio para los mayores y no se arrepienten en absoluto", declara Virtudes Jiménez, la directora del centro en Málaga.

Sus palabras adquieren un reflejo nítido en la expresión de los pacientes. Ninguno de ellos permanece aletargado. El objetivo del centro es fomentar su autonomía y mejorar sus habilidades. Una finalidad que se torna más difícil en el caso de los usuarios del programa, ya que su contacto con el resto de usuarios se limita a dieciséis horas por semana. "Tenemos que empezar de cero con ellos, les cuesta adaptarse con el resto, pero con esfuerzo se consigue rápido", puntualiza Jiménez. Está claro que lo logran.