Esta tarde se presenta en sociedad, a partir de las 8 de la tarde, la asociación cultural Amigos de la barca de jábega. La cita será, por supuesto, muy cerca de la playa, en el centro de servicios sociales de Málaga Este (calle Dánvila y Collado sin número).

«Buscamos unir personas para apoyar la investigación, promoción y difusión de nuestra singular barca, atendiendo a sus raíces históricas y destacándola como parte importante del patrimonio cultural malagueño, andaluz y europeo», explica su presidente, Felipe Foj, que destaca que esta asociación complementa la labor de fomento del deporte de la Asociación del Remo Tradicional.

Una de las peculiaridades de esta asociación es el empeño en crear un registro de materiales escritos, gráficos y sonoros relacionados con la barca de jábega y los métodos de pesca utilizados, «y hacemos un llamamiento a cuantas personas puedan aportar materiales de este tipo».

El presidente también señala que a la asociación, abierta a todos los amigos de la jábega con una cuota anual de 24 euros, ya se han unido grandes expertos de la barca malagueña como Fernando Dols, Luis Temboury o Pablo Portillo. Precisamente este último investigador destaca que en los últimos años «se ha dado una importante proyección básicamente deportiva a la barca de jábega», algo que ha creado «una identidad» entre los jóvenes.

Otro de los puntos fuertes de este auge de la barca de jábega bien puede estar en la solicitud del Ateneo de Málaga el pasado 12 de abril a la Junta de Andalucía para que la barca sea declarada Bien de Interés Cultural. «Sería un importante espaldarazo para la barca simbólica de Málaga», reconoce Pablo Portillo.

Sin embargo, también admite que lo que ahora mismo más amenaza la continuidad de la barca de jábega es la desaparición de los carpinteros de ribera. En este sentido lamenta que la profesión carezca «de la consideración profesional que se merece».

Tampoco pasa de largo ante la programada desaparición de los astilleros Nereo: «Todo lo que sea la desaparición de una actividad tradicional, en este caso la construcción naval artesanal, no puede ser bien recibida por el mundo de las jábegas. Las barcas y los clubes se resentirán». Portillo, repasa otras pérdidas como la de los astilleros Ramón Gómez Cortés en El Palo o Anchorena y su varadero junto al actual Club Mediterráneo, que ocasionaron junto a otras medidas la casi total desaparición de la flota de arrastre en el Puerto. «Con el cerrojazo a Nereo puede ocurrir otro tanto con las barcas de jábega y deseamos que tal cosa no suceda», apunta.

Un panorama bien distinto, explica Felipe Foj, es el que presentan las embarcaciones tradicionales en el norte de España. «La Asociación por la Cultura Marítima y Fluvial de Galicia tiene representación en todos los puertos y organiza eventos de gran nivel», asegura, mientras destaca que en el puerto de Bouza, antiguo barrio pesquero de Vigo, pueden admirarse casi una decena de barcas tradicionales, de forma permanente, en un pantalán.

La sede de la asociación estará en el IES El Palo, a cuya dirección agradecen la ayuda. Entre los objetivos que tienen estos defensores de la jábega se encuentra el aproximar la barca a los colegios con concursos de pintura y visitas a astilleros y proponer centros de interpretación, paseos por la bahía o proyectos de investigación universitaria.

«Hay mucho por hacer», concluye el presidente. Ya sólo queda remar hasta un buen puerto.