Vienesa de nacimiento, conoce Málaga desde 1988 y España desde una década antes. Su gusto por la forma de «vivir y convivir» en nuestro país le llevaron a recorrerlo con una mochila, a acudir al Rocío con la hermandad de Málaga y a escribir un estudio sobre El habla madrileña. Desde 2010 le sigue la pista a la relación intelectual entre Albert Camus y la filósofa de Vélez María Zambrano.

«Por la sangre, España es mi segunda patria», decía Albert Camus en una de sus obras. Monika Rauer se topó hace años con esta huella española de Camus –cuya familia materna era de origen menorquino– al leer en la Biblioteca Nacional de Viena ¡España libre!, del pensador francés y esa huella se convirtió en su tesis doctoral, publicada en 2005 con ayuda de la Universidad de Viena y el Ministerio de Educación de su país, en la que realiza una búsqueda intertextual de pasajes relativos a España y autores españoles que influenciaron al autor de El extranjero.

«El mayor número de coincidencias lo he encontrado en Machado», admite, al tiempo que resalta que la obra más española de Camus, aparte de ¡España libre!, es Estado de sitio, y que transcurre en Cádiz.

Pero esta profesora de español, que ha estudiado Filología Inglesa y Románica (español y francés), a raíz de un programa sobre María Zambrano en TVE emitido en 2010, quiso profundizar en la influencia que la filósofa malagueña pudo tener en Camus. María Zambrano aparecía brevemente en su tesis doctoral y ahora le gustaría añadir un anexo con sus conclusiones.

De momento, la profesora austriaca, que habla un perfecto español, apunta algunas teorías muy interesantes con un marcado aire literario. Así, Camus y Zambrano se conocieron en París en 1946, en una ocasión pasearon por la noche junto al Sena y la autora malagueña recuerda que soltó una sonora carcajada. «Yo me pregunto si en la novela La caída de Camus, que se escucha la risa de una mujer que se precipita de un puente, puede que la risa de Zambrano le impresionara y la transformara pero en un contexto totalmente distinto». Albert Camus, señala Monika Rauer, utiliza los momentos de su vida, mezclados como un puzzle en sus novelas.

La profesora austriaca también se plantea si la imagen de España de la novela Estado de sitio no pudo salir de sus conversaciones con María Zambrano y añade otra hipótesis: posiblemente fue la autora veleña quien le introdujo en las obras de su maestro, José Ortega y Gasset, cuyo rastro también está presente en las obras de Camus.

Monika Rauer señala como puntos en común de María Zambrano y Albert Camus –que también se intercambiaron cartas– su origen español, el exilio y la tuberculosis, una enfermedad que también padecieron. Vínculos muy significativos para rastrear en la obra del pensador francés.

La investigadora austriaca valora más a la Zambrano estudiosa de la vida española que a la filósofa por encontrarla demasiada hermética y anima a los investigadores y estudiantes españoles a que, «al vivir desde su infancia en un entorno en el que forma parte el misticismo español», esta circunstancia les sirva de acicate para investigar nuevos vinculos entre la obra de Camus y María Zambrano a partir de 1946, el año que pasearon por el Sena.