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Asesinato de un agente policial en Málaga

Los compañeros del policía asesinado arropan a la familia en la capilla ardiente

Centenares de compañeros y las autoridades policiales y políticas han visitado la capital, instalada en la comisaría

La capilla ardiente con los restos mortales del policía nacional fallecido este miércoles, tras ser apuñalado por un indigente al que iba a detener, ha sido instalada este jueves en la Comisaría Provincial de Málaga. Cientos de compañeros y destacadas autoridades policiales y políticas han arropado en la familia en estos duros momentos. Entre ellos, la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo; el subdelegado del Gobierno en Málaga, Jorge Hernández Mollar; o el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, visita hoy la capilla ardiente del policía fallecido ayer tras ser apuñalado en acto de servicio por un ciudadano alemán cuando iba a ser arrestado en virtud de una reclamación judicial.

El féretro del agente Francisco Enrique Díaz Jiménez, de 33 años y que llevaba nueve años en el Cuerpo, ha llegado a la Comisaría pasadas las 12.30 horas, y ha sido recibido por familiares y amigos y portado por compañeros hasta el interior. Asimismo, mandos de la Guardia Civil y de la Policía tanto nacional como local han pasado a lo largo de la mañana por la capilla ardiente.

La misa funeral será a las 18.00 horas en la Comisaría y se celebrará en la intimidad por expreso deseo de la familia del agente. Posteriormente, recibirá sepultura en Mijas Pueblo, igualmente en estricta intimidad. Muchos amigos y compañeros del policía, casado y padre de una niña, y que estaba adscrito a la Comisaría Provincial de Málaga, han arropado este jueves a la familia.

El policía Francisco Díaz Jiménez, de 33 años, estaba casado y tenía una hija. Nacido en Málaga en septiembre de 1980, ingresó en la Policía Nacional en 2004 y actualmente pertenecía a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR).

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