La administración concursal de la firma fotovoltaica Isofotón, en fase de liquidación, inició hace unas semanas el proceso para la venta de los activos «no críticos» de la compañía, es decir, aquellos que no son susceptibles de utilizarse como unidad productiva. Estos activos están siendo comercializados por el método de subasta en negociación directa a través de la mercantil Surus Inversa, especializada en este ámbito, según explicaron a este periódico fuentes cercanas al concurso.

La lista incluye existencias en materias primas o productos terminados o semiterminados, maquinaria y equipos de mantenimiento, material de laboratorio o los componentes de la línea CPV de fabricación de módulos de alta concentración, según consta en el escrito presentado en su momento por los administradores ante el juzgado número 2 de lo mercantil de Málaga, que hace unos días emitió una providencia abriendo una pieza separada para este proceso de venta.

La línea de térmica de Isofotón -que estuvo cerrada durante los últimos meses de actividad de la empresa- tampoco fue en su momento considerada como activo estratégico de la unidad productiva y ha sido adjudicada hace unos días a la firma de energía solar Novasol. La línea estaba valorada de inicio en 80.000 euros aunque tras el proceso de subasta su precio de venta acabó siendo de alrededor de 200.000 euros, precisaron las fuentes.

En esta estrategia de venta de activos no críticos, Surus Inversa está realizando un plan de marketing y comunicación para encontrar a potenciales compradores. Para ello se están utilizando dos portales especializados de subastas -www.escrapalia.com y www.hilcoind.com-, que publican las condiciones de cada lote y establecen el sistema de pujas, plazos, formas de pago y condiciones de retirada de los activos. También se están preparando cuadernos de ventas técnicos y económicos que se hacen llegar a los interesados. Los lotes disponen de un precio de salida pero los administradores asignan siempre un precio mínimo de reserva que, en caso de no superarse, impediría la adjudicación en subasta, detallaron las fuentes.

La administración concursal, que entiende que este sistema permitirá «maximizar el valor de retorno a obtener en la venta», sigue además a la espera de que la juez del mercantil número 2 de Málaga autorice el plan de liquidación de la compañía. Este plan, presentado en junio por la administración concursal, tiene como objetivo prioritario la venta de la unidad productiva de la fábrica por un mínimo de alrededor de 35 millones de euros, con la intención de que algún hipotético comprador pueda retomar la actividad económica. Se quiere evitar así que esta industria acabe siendo desmembrada y vendida en lotes.

Por otro lado, el proyecto Sunrise Power SAL, impulsado por 240 extrabajadores de Isofotón y que formalizará de nuevo su oferta de compra de la unidad productiva una vez que se apruebe el plan de liquidación, mantiene sus contactos comerciales en busca de posible actividad. El próximo 4 de noviembre volverán A reunirse con el Ayuntamiento de Málaga dentro de la iniciativa Urban Lab, según dijeron fuentes del proyecto.