­La Junta de Andalucía está ejerciendo una oposición frontal a la LOMCE desde el minuto uno. No comparte los objetivos de la reforma. Ni los modos utilizados por el Gobierno central para redactarla, debatirla, aprobarla e implantarla. La ley necesita de órdenes para que sea desarrollada en cada comunidad autónoma, y en esto Andalucía sufre un gran retraso. Cosas de políticos que afectan, como siempre, a alumnos y profesores. Y de eso se quejan. Los colegios aún no saben cómo será la primera reválida que tendrán que hacer los alumnos de tercero de Primaria dentro de cuatro meses, como establece la ley.

La LOMCE ha comenzado a funcionar este curso en primero, tercero y quinto de Primaria, a pesar de que la Junta ni siquiera ha llegado aún a aprobar la orden autonómica para su implantación, aunque sí que existe un borrador. El curso que viene tendrá que empezar en la ESO.

El sistema de reválidas que establece la LOMCE ha sido duramente criticado. El Real Decreto que regula la ley finalmente enmascara estas pruebas y las llama evaluaciones. A lo largo de su etapa educativa, los alumnos tendrán que hacer hasta cuatro: tercero de Primaria, sexto de Primaria, cuarto de la ESO y Bachillerato En la de Primaria el alumno podrá seguir estudiando aunque no la apruebe (es algo que se ha modificado durante la tramitación de la ley). Eso sí, los resultados servirán para orientar a alumnos, profesores y padres. Es como una Selectividad y a los profesores les preparar a sus alumnos durante el curso con tiempo.

Más de 18.000 alumnos malagueños de tercero de Primaria, los que tienen ocho años, matriculados este curso en colegios de la provincia, tendrán que hacer esta prueba. Pero los profesores aún no saben si será una evaluación externa, si tendrán que formarse para que sea el propio profesorado el que las haga, quién diseñará los exámenes, si se seguirá un modelo como el de las pruebas Scala... ni siquiera cuándo se harán, aunque lo lógico parece que sea a final de mayo.

Los directores y profesores consultados por La Opinión de Málaga aseguran que preguntan a la Inspección Educativa pero aún no ha recibido respuesta. Y están preocupados. «Las comunidades autónomas gobernadas por el PP tienen todo esto ya bien definido», lamentan en Málaga, consciente de que tendrán que cumplir a última hora el calendario del Ministerio, sin herramientas suficientes. Una situación que perjudica a los escolares.

Esta falta de entendimiento entre el Ministerio y la Consejería ya la sufren los alumnos en su día a día. La LOMCE ha cambiado cosas. Por ejemplo la asignatura de Conocimiento del Medio ha dejado de ser una para convertirse en dos. Como antes: Sociales y Naturales. Se imparten y se evalúan por separado. Los profesores han tenido también que elaborar unidades didácticas y programaciones independientes. Sin embargo, los manuales son los mismo, porque la Junta no ha renovado los libros de texto. Los mantiene después de haber pasado por hasta seis manos, en los casos más graves. En la práctica esto causa trastornos, ya que los profesores deben ir dando salto en los temas, el estudio se convierte en algo desordenado, perjudicando sus rutinas.

Además, algo tan aparentemente sencillo como llevar los libros a clase se convierte en un calvario. Las editoriales, para aligerar el peso de las mochilas de los alumnos y no provocarles lesiones de espalda a edades tan tempranas, dividen los manuales en fascículos trimestrales. Sin embargo tienen que llevarlos todos. Y tampoco hay materiales de apoyo.