Por si alguien tuviera dudas de los méritos del militar suizo Teodoro Reding (Schwyz, 1755-Tarragona, 1809), durante su corto mandato como gobernador militar de Málaga (1806-1808) creó nuevas calles, embelleció la Alameda retirando los álamos -estaban de capa caída-, los sustituyó por naranjos y adelfas e instaló allí la fuente de Génova. Además, organizó corridas benéficas y entrega de ropa a los niños huérfanos de epidemias y combatió los desbordamientos del Guadalmedina con presos que limpiaban las calles de manera gratuita.

En el plano militar, aunque el general Castaños se llevó toda la gloria, en realidad no pisó el campo de batalla de Bailén: fue el general Reding quien por primera vez en Europa venció a las tropas napoleónicas en campo abierto. Su triunfo fue celebrado en Málaga iluminando la Catedral tres noches seguidas.

Desde 2008, Bailén cuenta con una estatua al militar suizo y Málaga espera contar con otra a la mayor brevedad posible. La Asociación Histórico Cultural Teodoro Reding decidió el pasado mes de diciembre encargar una escultura de Teodoro Reding al escultor e imaginero malagueño Juan Vega, de 29 años.

Como explica Jon Valera, presidente de la asociación, «ya en 2009 comenzó a fraguarse la idea de que en Málaga hubiese un monumento a Reding». De hecho, sirvió como acicate el que un año antes, en Bailén, se inaugurara una escultura a Reding (el general Castaños, por contra, sólo tiene un busto).

La asociación tiene previsto presentar el próximo lunes a la concejala de Cultura, Gemma del Corral, la maqueta que de la escultura en terracota y el pedestal ha hecho Juan Vega. La obra se sufragará por suscripción popular y tendrá un coste aproximado de 30.000 euros.

El artista malagueño, que en breve inaugurará una escultura en bronce a un fiestero en Almogía, confiesa estar «ilusionado» con este encargo, «porque aunque en mayor medida mi trabajo ha sido la imaginería, siempre me he considerado imaginero y escultor para poder afrontar cualquier tipo de encargo». En este sentido, para Juan Vega una escultura pública en Málaga «es el sueño de cualquier artista porque se convertiría en patrimonio de la ciudad para toda la vida».

Para realizar la maqueta preparatoria, Juan Vega ya ha contado con el material que le ha entregado la asociación histórico cultural: Teodoro Reding aparece de perfil en el famoso cuadro La rendición de Bailén, de José Casado de Alisal y además hay un buen retrato de frente en su casa natal en Suiza.

En cuanto al uniforme que lucirá la escultura, que en principio medirá 2,5 metros, Jon Valera explica que todavía hay dudas: «No sabemos si irá de mariscal de campo, el mismo grado que tenía cuando vino a Málaga y peleó en la batalla de Bailén o de teniente general, cuando fue ascendido tras vencer en Bailén. De todas formas es el mismo uniforme y lo único que cambia es el entorchado».

La elección del emplazamiento lo deja la asociación en manos del Ayuntamiento, aunque da algunas ideas: el paseo de Reding, el inicio de la Aduana (cerca del Puente de la Tetuán), una isleta de la glorieta de Torrijos, el Parque o los Jardines de Pedro Luis Alonso. También menciona Jon Valera la plaza de la Constitución: «Eso sería la utopía y es el sitio que le gustaría más a la asociación».

Juan Vega, por cierto, comenta que le gustaría utilizar, como hace en muchas ocasiones, un modelo real. Un Reding en carne y hueso vestido de uniforme para poder crear el héroe de bronce.