­En son de paz comparecieron los portavoces de las fuerzas políticas con representación en la Diputación en el día de ayer. Una comparecencia conjunta para escenificar, en rigurosa foto de familia, el acuerdo alcanzado para aumentar la inversión en los municipios con menos de 25.000 habitantes en un 10% para 2016. Por fin, los diputados electos decidieron superar las habituales broncas y desbandadas discursivas por las que se había deslizado, hasta ahora, la aprobación de unos fondos que constituyen la principal fuente de financiación para los pueblos de la provincia.

Esa nueva forma de hacer política, basada en el consenso y en el diálogo, se convirtió ayer en un acto de contrición de cara a futuros acuerdos si se atiende a las palabras que pronunció el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, que aseguró que «los ciudadanos no quieren que nos tiremos los trastos a la cabeza, sino que lleguemos a acuerdos». Con una política basada en el consenso, el acuerdo alcanzado cobra más importancia si cabe, por eso de deshojar, a su vez, el futuro presupuestario de este plan de financiación hasta 2019.

Por primera vez en la historia, el acuerdo alcanzado en riguroso consenso, se ha hecho también extensible para toda la legislatura: hasta el 2019 y con una importante lluvia de dinero asegurada para los 93 ayuntamientos de la provincia con menos de 25.000 habitantes. En concreto, de los 22,4 millones de euros del actual ejercicio, se pasará a 24,7 millones de euros para el año 2016. Un aumento del 10 por ciento, que se podría ver incrementado en un 20 por ciento, si el superávit con el que el equipo de gobierno prevé cerrar el 2015 lo permite. A esta cantidad estipulada, habría que sumarle otro pico procedente de la asistencia técnica que presta la Diputación a través de estudios y proyectos, y que ronda los 4,6 millones de euros. Si lo acordado ayer no se incumple, en 2019, el presupuesto para la concertación habrá alcanzado una cifra cercana a los 40 millones de euros.

Eliminación de los tramos. El acuerdo, que provocó momentos de autocomplacencia en los portavoces de los distintos partidos, incluye, también, un nuevo sistema de reparto en el que se ha eliminado el baremo por tramos de población con el que se calculaba, hasta ahora, la aportación que correspondía a cada ayuntamiento. A partir del 2016, cada municipio recibirá una cantidad fija de 201.000 euros, a la que se le sumarían unos 28,23 euros por cada habitante. Para garantizar la equidad, la nueva fórmula establece un tope de 350.000 euros.

Del total de fondos asignados para el 2016, el 52 por ciento se destinará a infraestructuras, obras y suministros. También, fija que el porcentaje de aportación municipal para estas actuaciones oscilará entre el 5 por ciento y el 25 por ciento en función del número de habitantes. El 48 por ciento restante se destinará a otros gastos corrientes, como cultura, educación, deportes, fiestas o actividades turísticas.

Con este plan de asistencia despojado de las riñas políticas, los ayuntamientos saben, por primera vez, con el dinero que podrán contar a cuatro años vista.