­La era post Vargasera post Vargas comienza para Podemos en Málaga con un claro viraje hacia postulados que se encuentran en sintonía con la dirección nacional. Una vez despojado de uno de los principales críticos, la Secretaría General de la formación morada en la capital se ha convertido ahora en un triunvirato encabezado por Clara Sánchez, David Castro y Kiko Vallejo. Se trata de consejeros que han sido designados por el propio Consejo Ciudadano para asumir las funciones que han quedado huérfanas después de la dimisión de José VargasJosé Vargas. La decisión, que se ratificó en el último consejo celebrado el pasado domingo, se ha tomado sin someterla a la votación de la militancia y con la oposición de algunos consejeros presentes, que han defendido la necesidad de pulsar a todos los inscritos de Podemos en la capital.

Fuentes consultadas por este periódico hablan de un «cambalache» para equilibrar el poder entre las diversas facciones que influyen en Podemos y denuncian que la determinación adoptada, aparentemente en el Consejo Ciudadano, se fraguó en una reunión previa que tuvo lugar antes de que se celebrara el mencionado consejo. De esta manera, los tres nombres que ahora asumen las funciones de la Secretaría General representan diferentes corrientes de interés dentro de la propia formación. Kiko Vallejo, uno de los primeros impulsores de Podemos en Málaga, presume de tener línea directa con Madrid y defiende la línea política de Pablo Iglesias. David Castro, según confirman fuentes del propio consejo, guarda estrechos vínculos con la formación Málaga Ahora, el brazo prolongado de Podemos en el Ayuntamiento de Málaga.

Especialmente, destacan su nexo directo con Juanjo Espinosa, concejal en el Consistorio de la capital. Fruto de su cercanía, Clara Sánchez habría sido elegida por su entendimiento con la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez. Por otra parte, Sánchez también es conocida por participar activamente en la gestión de La Casa Invisible.

El análisis que se hace en Podemos después de la dimisión de Vargas, es que el proyecto tiene que retomar carrera tras haber estado paralizado por los incesantes conflictos internos, y que habrían enfrentado a parte de la militancia. Apoyado en los resultados electorales del 20 de diciembre, que han sido considerados como el «fruto de un trabajo bien hecho», este consejo reagrupado informó en un comunicado de que ha acordado «abrir junto a los círculos de la ciudad un plan de trabajo para la consolidación y el crecimiento de los mismos». Más allá del lenguaje hipotético, no se han hecho oficiales propuestas concretas. En todo caso, y como ha podido saber este periódico, uno de los pasos inminentes que se dará en la reestructuración de Podemos en Málaga pasará por la reducción de las diferentes áreas de trabajo. De las doce que hay en estos momentos, se quiere pasar, presumiblemente, a ocho. Aunque la decisión sobre qué áreas deben de desaparecer aún no está tomada.

Provisionalidad. Preguntado por el reparto a dedo de la Secretaría General, Kiko Vallejo argumentó en respuesta que él y los otros consejeros tienen la legitimidad de haber sido elegidos como tales en su día. Aunque, en todo caso, hay que recordar que el propio Vallejo se integraba en la candidatura de Fran Mostazo, derrotado entonces por la lista de Vargas. Aun así, afirma que se está a la espera de que la dirección nacional de Podemos convoque unas elecciones primarias para Málaga. Decisión ésta que se puede dilatar en el tiempo y que no se antoja prioritaria.