­Ciudadanos cumplió ayer mayoría de edad política y lo escenificó atreviéndose a ir contra uno de los proyectos estrellas del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y del PP, su socio de gobierno en el Ayuntamiento, como es el proyecto de urbanización de los suelos de Repsol. Un plan hasta ahora intocable para el PP que plantea un parque de 70.000 metros cuadrados y 1.300 viviendas repartidas en cuatro rascacielos y cuatro bloques de VPO.

La oposición de izquierdas (PSOE e IU, especialmente) lleva meses tratando de sumar apoyos para tumbar el plan, pero sin duda ha sido Ciudadanos quien ha presentado la propuesta más estudiada y peligrosa para el proyecto del PP en los suelos del Repsol, una propuesta que presentarán en el pleno del jueves y que ha provocado cierto nerviosismo en el PP, ya que podría ser apoyada por los otros grupos de la oposición.

El portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá, y el concejal Alejandro Carballo presentaron ayer los detalles de su propuesta para la ordenación de los suelos de Repsol, que pasa por «un bosque» urbano de 124.000 metros cuadrados, frente a los 70.000 del proyecto original municipal; la construcción de unas 400 viviendas, frente a las 1.300 que planea el PP, lo que supone renunciar a la construcción de tres de los cuatro rascacielos previstos (menos el que es propiedad del Sareb o «banco malo») y reducir los cuatro bloques de viviendas protegidas.

En cuanto a distribución, la gran parcela central sería destinada al bosque de 124.000 metros cuadrados, mientras que la zona residencial y de equipamientos se concentraría en la parcela más pequeña, la que se encuentra al norte del bulevar sobre las vías del tren.

Tanto Cassá como Carballo explicaron que la propuesta es «perfectamente viable jurídica y económicamente» y resaltaron que está avalada por un informe jurídico y por estudios técnicos y ambientales de varios colaboradores.

De las cuatro torres previstas, la propuesta de Ciudadanos defiende solo la construcción de una, aquella cuyos derechos urbanísticos corresponden a la Sareb, mientras que el Ayuntamiento renunciaría a sus derechos para edificar las otras tres torres, aunque tampoco al cien por cien, ya que «parte de ese techo edificatorio se podría llevar a otra zona de la ciudad», explicó Carballo.

«No nos gusta el parque que tiene planteado el PP», dijo Cassá. «La burbuja se pinchó hace tiempo y esta zona está saturada, pero tampoco nos gustan los brindis al sol», dijo refiriéndose a la propuesta del PSOE que plantea eliminar todas las viviendas y destinar todo el suelo a parque.«El papel todo lo aguanta, pero las arcas municipales no», añadió en referencia al proyecto de los socialistas.

La oposición pide 4 millones. «No queremos que ese solar siga criando hierbajos, por eso planteamos una propuesta a la altura de la ciudad y de las demandas vecinales», dijo Cassá, que añadió que en este caso también desaparece la gasolinera prevista.

La propuesta de Ciudadanos encendió las luces rojas en las filas del equipo de gobierno del PP, también la inquietud pues saben que podría salir adelante en el pleno del jueves y ese acuerdo plenario supondrá un fuerte dolor de cabeza para el equipo de gobierno.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que mantuvo «un cambio de impresiones» con Cassá, avisó ayer tras conocer el plan de Ciudadanos que «es difícil» renunciar a la edificabilidad con la que cuenta el Ayuntamiento en los antiguos terrenos de Repsol. «Lo veo muy difícil, los ciudadanos no lo entenderían», advirtió, precisando que «estamos aquí defendiendo el bolsillo de los malagueños», al recordar que los ingresos derivados de la edificabilidad de los terrenos de titularidad municipal superarían los 40 millones de euros.

Añadió que «hay que contar con los propietarios, tenemos unos aprovechamientos, pero el suelo es propiedad de la Sareb, además, vendimos una parte de nuestros aprovechamientos a los dueños de los suelos de Arraijanal para que éstos fueran públicos y la Junta hiciera el parque metropolitano».

El concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, aunque dijo desconocer «en detalle» la propuesta de Ciudadanos, emitió un comunicado en el que cuestionó algunos de sus planteamientos. Pomares descalifica que la ampliación del parque se haga a costa «de eliminar equipamientos públicos; al bajar la edificabilidad, también se reducen la dotaciones de viviendas protegidas; la superficie para equipamientos, aunque sin detallar, sería muy inferiores a los aprobados, por lo que incumpliría la proporcionalidad exigida por ley».

Además, considera que la propuesta de Ciudadanos «produce concentración de edificabilidad en un lugar inadecuado por su proximidad al futuro desarrollo de San Rafael eliminando la posibilidad de esponjamiento que se conseguiría con el bulevar proyectado». «Todo ello con independencia de la repercusión económica que supone renunciar a poder materializar la parte municipal (que conllevan ingresos que se destinarán a mejorar ésta y otras zonas) .

Pomares criticó también la propuesta del PSOE que plantea la eliminación total de la viviendas. Lo considera muy negativo pues entre el pago de indemnizaciones, los ingresos que dejarían de percibirse y el coste de la urbanización tendría unos 155 millones de euros de repercusión económica negativa.

Ademas, obligaría a iniciar de cero la tramitación, hacer una modificación del PGOU, un nuevo plan especial y un nuevo proyecto de urbanización, una nueva reparcelación e implicaría el incumplimiento de tres convenios urbanísticos. Pomares recordó que la idea inicial del PP se ha modificado y el parque pasaría de los 70.000 a los 80.000 metros cuadrados.