Berta Moreno Küstner es profesora del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Málaga y ha estudiado con el Grupo Andaluz de Investigación Psicosocial (GAP), del que es investigadora responsable, la esquizofrenia: tanto el perfil, la prevalencia, el estigma existente hacia las personas que padecen esta enfermedad, como su mortalidad. Esta investigación ha unido bases de datos de pacientes de la zona de influencia del Hospital Regional Universitario, por lo que los datos se extraen de unos 300.000 habitantes de la provincia.

Según vuestro estudio, ¿cuál es el perfil de la persona con esquizofrenia?

Son varones de 45 años de edad, la mayoría solteros y más de la mitad vive con sus padres u otros familiares. Tienen mas enfermedades físicas que el resto de la población y se mueren antes.

¿En qué zonas la prevalencia de la esquizofrenia es mayor?

Hay más en entornos urbanos que rurales, y más en zonas socioeconómicas desfavorecidas.

¿Por qué está relacionada la esquizofrenia con vivir en zonas más desfavorecidas?

Hay dos hipótesis. La primera es que la propia enfermedad hace que estas personas no lleguen a tener un nivel económico muy alto ni un nivel educativo porque la esquizofrenia se desarrolla muy temprano, sobre todo en los hombres, en quienes se suele dar antes de los 20 años. Eso hace que la propia esquizofrenia te lleve a vivir a zonas con menos recursos. La otra teoría es que muchas veces la esquizofrenia puede estar causada por factores estresantes y, dentro de los factores, unos son genéticos y otros ambientales. Entonces, el propio entorno es el que te llevaría a desarrollar la enfermedad.

También han analizado la eficacia de la asistencia médica y la mortalidad de las personas con esquizofrenia... ¿qué han sacado en claro?

Hay un problema con las personas con esquizofrenia y la atención que reciben de los médicos de Atención Primaria porque estos se fijan sobre todo en su enfermedad mental y eso hace que se oculten los síntomas físicos. Se llama diagnóstico a la sombra, es decir, que cuando estas personas tienen problemas físicos no se les presta la atención necesaria, entonces esa puede ser una de las causas por las que, generalmente, hay más mortalidad. Por ejemplo, tienen un cáncer pero cuando se detecta es muy tarde porque o ellos mismos no se comunican bien, o los médicos no les prestan la atención que requieren. No quiero echarle la culpa a los médicos, pero es una realidad que estamos estudiando y constatando, que estas personas van menos a su médico de Atención Primaria, por ambas cosas, porque no van y porque los médicos no se sienten confortables con ellos... y siempre van al psiquiatra, pero tienen enfermedades físicas como cualquiera de nosotros.

¿Que ellos no vayan es provocado por que no los atienden bien?

Ahí estamos estudiando, por un lado, al paciente, si va o no. Influye mucho si tienen un entorno familiar estable, pues si vive con su familia son ellos los que los llevan, pero si viven solos tienen más probabilidades de no ir y, además, ellos no se sienten escuchados o atendidos. Esto tiene que ver con el estigma y la formación que hay en los profesionales sanitarios hacia estas personas. Si ves que tu médico no te hace caso, dejas de ir.

¿El mismo estigma que hay entre la población hacia las personas con enfermedades mentales está también entre los profesionales?

No solo es la población la que tiene el estigma, sino que en el servicio sanitario también lo hay. Y ellos son los que tienen que atender a estas personas. Y si ellos no saben, no pueden o no les gusta, muchas veces por desconocimiento, lo que hacen es derivarlos a los psiquiatras, pero nuestro énfasis es que tienen enfermedades físicas y entonces tienen que ser atendidos por médicos, no por psiquiatras.

¿Cuáles son las conclusiones del estudio en este sentido?

En cuando a Atención Primaria, que la existencia de un modelo de trabajo colaborativo entre Atención Primaria y Salud Mental favorecería la comunicación y la relación entre niveles asistenciales, lo que repercutiría en una mejor atención a los pacientes con esquizofrenia y trastornos afines desde la Atención Primaria. Y en el caso de los profesionales de salud mental queremos estudiarlo. Lo que sí hemos hecho es analizar el estigma en estudiantes de ciencias de la salud antes y después de hacer las prácticas tratando a estas personas y, efectivamente, mejora el estigma solo el hecho de tratarlos o conocerlos.

Otra de sus líneas de investigación es la conducta suicida. El 90% de los suicidas tienen enfermedades mentales; y Málaga supera la media de suicidios de España y Andalucía... ¿hay relación?

Estamos estudiando la mortalidad en las personas con esquizofrenia y es mucho más alta que en la población general. Y un alto porcentaje de personas con esquizofrenia se suicida. Todo está muy relacionado, pero no está comprobado que haya más enfermedad mental aquí.

Según su estudio, la mujer solicita más atención a números de emergencia y los hombres no llaman tanto pero se suicidan más, ¿por qué?

Cuando un hombre intenta suicidarse lo hace por métodos más violentos y, entonces, lo consigue. Y, en general, las mujeres van más al médico de Atención Primaria por depresión, llaman más al 061... solicitan más atención.