La crisis del coronavirus ha paralizado gran parte de la economía y ha propiciado que la firma de contratos en Málaga haya bajado de forma drástica en unos meses, marzo y abril, que siempre son de gran actividad por la Semana Santa y el arranque la temporada turística. La provincia ha dejado de firmar más de 66.800 contratos en ese periodo respecto a hace un año, según los datos del Observatorio Argos de la Junta de Andalucía, que reflejan que de los casi 135.829 que se suscribieron en el conjunto de marzo y abril de 2019 se ha pasado a los 68.956 de estos meses, con un descenso del 49,3%.

Seis de cada diez altas han sido suscritas por hombres, que siguen teniendo un peso mayor en el mercado laboral al de las mujeres.

Marzo, que fue un mes sólo parcialmente afectado por la pandemia a nivel económico (el estado de alarma se decretó el día 14) registró un descenso interanual del 29,8% en la contratación mientras que abril, el mes donde prácticamente todo estuvo parado, la caída fue de un 68%.

Un análisis por sexos permite comprobar que las mujeres, eso sí, salen proporcionalmente mucho peor paradas del impacto de la pandemia en el mercado laboral. Si el año pasado, estos dos meses contabilizaron casi 61.000 contratos firmados por mujeres, la cifra ha descendido a 27.157 en este periodo de 2020, con una caída del 55,5%. Una de las explicaciones puede residir en el hecho de que las féminas sufren más la precariedad laboral y ocupan en mayor proporción empleos temporales, lo que les lleva a firmar más contratos encadenados.

El descenso entre los hombres, en cambio, fue del 44,2%, pasando de 74.860 contratos en esos meses de 2019 a 41.799 en los de este año.

Por sectores, los servicios son los que dejan de firmar más contratos (caen un 57,7%, pasando de unos 100.400 a 42.500), algo lógico tanto por su representatividad en la economía malagueña como por el hecho de que el sector turístico y hostelero ha estado cerrado durante la mayor parte de este tiempo. Marzo y abril, además eran meses clave, con la Semana Santa y el arranque de la temporada turística.

En la agricultura han bajado un 17% (se han firmado en marzo y abril de 2020 algo más de 11.400), mientras que la contrucción rebaja sus cifras un 21,1% (suscribe este año 10.775) y la industria lo hace un 31,4% (con 4.215)

Además, el porcentaje de contratos indefinidos en marzo y abril se movió en las bajas tasas habituales del mercado laboral de Málaga (entre el 6% y el 8% del total de altas firmadas).

Por otro lado, el sindicato UGT Andalucía alertó ayer de que el Covid-19, además de una crisis sanitaria y económica, supondrá una «crisis de conciliación» por lo que teme que este contexto suponga la «expulsión de la mujer» del mercado laboral dado que las medidas de conciliación existentes «no son efectivas con las necesidades que han surgido durante el estado de alarma».

La organización sindical llamó a tomar medidas extraordinarias que incluyan la visión de las mujeres. «Aunque se ha avanzado en algunos derechos como la progresiva equiparación de los derechos de maternidad y paternidad, ahora llamado de nacimiento, y ya se habla legislativamente de corresponsabilidad, debemos dejar claro que la corresponsabilidad no existe todavía», consideró.

«Más de la mitad de las plantillas de nuestro país no pueden flexibilizar su horario para cuidar de sus hijos y las mujeres interrumpen su carrera laboral por ese motivo siete veces más que los hombres. Si analizamos el tiempo que las mujeres dedican a las tareas domésticas, 25 horas semanales, y el incremento que les supone durante el confinamiento la dedicación de 3,6 horas diarias a deberes y entretenimiento, observamos que el igual reparto es lejano a la realidad, en el caso de los hombres hablamos de 2,4 horas dedicadas a este motivo», explicó UGT-A.

Sobre las consultas que llegan a UGT Andalucía sobre este tema, explicó que «las mujeres llaman por temas de conciliación, mucho más que los hombres». «Nos encontramos con mujeres que, con sus reducciones de jornada por guarda legal antes del ERTE cobran menos que el resto de la plantilla, mujeres embarazadas que son obligadas a ir a trabajar, empleadas de hogar confinadas en los domicilios donde trabajan o mujeres que teletrabajan de madrugada porque de día no pueden compaginar las tareas laborales con los deberes de sus hijos», detalló.

UGT también pidió que los empleos feminizados se «protejan y dignifiquen con medidas económicas para aquellas personas que tengan que renunciar total o parcialmente para poder cubrir sus necesidades familiares».

«Hay que adecuar los recursos de conciliación a la nueva situación: crear soluciones colectivas a un problema que de no tratarse adecuadamente va a suponer un retroceso gigantesco en la igualdad de las mujeres. La conciliación en tiempo de pandemia debe ser responsabilidad pública, no una sobrecarga de las mujeres ni mucho menos su expulsión del mercado laboral», alegó UGT-A.