Obituario

Gonzalo Fausto

Gonzalo Fausto

Gonzalo Fausto

Juan Gaitán

Juan Gaitán

 Era el más veterano de todos nosotros, el de más experiencia, pero también el de la sonrisa más sencilla, el gesto más humilde, la palabra más amable para con quienes, por edad, podíamos ser sus hijos y, por talento y conocimiento del oficio, sus eternos becarios. Pero él nunca tuvo un gesto altivo, no conocía la soberbia.

Gonzalo Fausto García Morillas, Gonzalo Fausto para el periodismo, era un hombre exactamente bueno. Nunca, jamás, ni una sola vez, le escuché una sola palabra mala sobre nadie. Si en este jodido mundo se puede ser bueno, él fue excelente.

Aprendí mucho, muchísimo de él. Yo tuve esa suerte, la de aprender de los veteranos maestros del periodismo que venían ya de vuelta de todo. Es cierto que algunos con el colmillo retorcido, pero otros, como Gonzalo, con el alma limpia.

Contaba tantas cosas y las contaba tan bien… Pero mi preferida era, sin duda, aquella historia que empezaba con una sonrisa socarrona: “yo bailé una vez con Elizabeth Taylor…”. Y yo, que siempre hacía como que era la primera vez que le escuchaba contar aquello, le preguntaba: “Gonzalo, ¿de verdad tenía los ojos de color violeta?”, y él, indefectiblemente, me contestaba muy bajito, con un cierto rubor en la voz, como de adolescente enamorado: “sí”.

Llevo treinta y cinco años en este oficio. En todo este tiempo no hay habido Navidad ni día de San Juan en que Gonzalo Fausto no me llamase para felicitarme. Él, que fue una auténtica estrella de la radio, una estrella de tal calibre que cuando llegó a Málaga procedente de Tetuán paralizó la ciudad, se acordaba siempre de este aprendiz suyo, siempre, sin permitirse un olvido.

Hace un año que nos vimos por última vez. Celebrábamos nuestro patrón, San Francisco de Sales, el 24 de enero de 2020. Estaba la pandemia llamando a la puerta, pero aún no se había colado. Estuvimos hablando un rato y un compañero nos hizo una foto, esta foto, que guardé, algo me decía que me haría falta.

Gaitán y Fausto

La foto con Gonzalo Fausto

Se ha ido con 93 años, con una vida cumplida, pero eso no me consuela. He llorado contándole a mi compadre, a mi hermano electo Agustín Lomeña, la triste noticia. Hemos llorado los dos. Llevamos mucho llorado Agustín y yo por tantos compañeros perdidos. Pero Gonzalo no era uno cualquiera. Por eso sigo llorando mientras escribo.

Él era un fervoroso creyente. Espero que en eso también tuviera razón, y ahora esté donde esperaba, un lugar donde se habrá encontrado con esa mujer de los ojos color violeta y estará bailando, otra vez, y esperando para contármelo, con una sonrisa socarrona, el día que volvamos a encontrarnos.

Gonzalo Fausto García Morillas

Gonzalo Fausto García Morillas nació en Córdoba en 1927. Tras pasar por Linares, Tetuán y Badajoz, en 1971 decide asentarse en Málaga, ciudad a la que consideraba su verdadero hogar.

Comenzó a trabajar con tan solo 16 años en el mundo de la radio. Una vez en Málaga, compaginó varios trabajos en radio, prensa y agencias informativas, redactando desde informaciones de sucesos hasta crítica social y de arte. Algunos de los medios por los que ha pasado son Radio Dersa, Hoy Badajoz, Radio Juventud de Málaga, el desaparecido Sol de España o la agencia Europa Press, de la que fue delegado en Málaga.

Fue un firme defensor del verdadero periodismo de calle y de la importancia de las noticias de interés humano.

Además, Gonzalo Fausto ha sido un profesional muy vinculado a otras entidades de la sociedad malagueña, como la Universidad de Málaga, el Archivo Municipal o el Colegio de Titulares Mercantiles.