Guerra en Ucrania

Las aulas hablan ucraniano

Más de 360 refugiados procedentes de Ucrania han solicitado escolarizarse en Málaga y de ellos ya hay 168 asistiendo a clase en centros como el IES Nueva Andalucía de Marbella

Alumnos ucranianos, incluidos los nuevos, y rusos del IES Nueva Andalucía.

Alumnos ucranianos, incluidos los nuevos, y rusos del IES Nueva Andalucía. / La Opinión

Tiene 12 años y sólo habla ucraniano y ruso, acaba de llegar a Málaga con su madre y otros familiares porque a su padre y su hermano los reclutó el ejército para defender a su país de la invasión rusa. Ella es una de los tres nuevos alumnos procedentes de Ucrania que se han matriculado en el IES Nueva Andalucía de Marbella. Desde hace un par de semanas estudia 1º de la ESO en este centro, como ya hacen otros 168 refugiados ucranianos en toda la provincia. Un número que no deja de crecer.

Según los datos de la Delegación de Educación de la Junta en Málaga, a mitad de la semana pasada se habían recibido 364 solicitudes de escolarización para todos los niveles educativos, pero sobre todo de Infantil y Primaria. A nivel nacional, son más de 7.100 los menores escolarizados y se espera que esta cifra llegue a los 20.000.

Muchos centros educativos en zonas turísticas y con una importante movilidad de extranjeros como Málaga tienen planes de acogida para estudiantes de otros países, pero esta situación es excepcional. No son alumnos que sólo se han mudado de país. Vienen de una guerra, muchos han dejado atrás a la mitad de sus familias y han vivido una auténtica pesadilla que les ha obligado a huir. La escolarización es una parte fundamental del proceso para que se adapten a su nuevo país y la mayoría lo están haciendo ya.

En Málaga, la segunda semana de marzo se empezaron a registrar a través del sistema Séneca las primeras solicitudes de escolarización, que la Delegación de Educación tiene que autorizar por tratarse de situaciones especiales con incorporaciones a mitad de curso.

En el caso del IES Nueva Andalucía, ya hay tres alumnos refugiados ucranianos y tienen otras cuatro solicitudes pendientes. Este es un centro con más de 30 nacionalidades y que recibe constantemente alumnado de «cualquier parte del mundo», comenta su directora, Raquel López Martín.

Por ello, su Plan de Centro contempla un programa de acogida que es el que han puesto ahora en marcha, aunque teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales y que cada caso es distinto y es clave la capacidad de comunicación que tengan los alumnos.

Por ello, casi antes que ver su nivel educativo, lo más importante es comprobar su nivel de idiomas para determinar si necesitan apoyo en este sentido. En caso afirmativo, pasarán por el Aula Temporal de Adaptación Lingüística (ATAL) donde se imparte español para extranjeros. En este sentido, entre los nuevos alumnos de este centro de Marbella hay variedad. Uno habla perfectamente inglés y español, otras dos hablan inglés y otra sólo se comunica en ucraniano o ruso.

En este último caso, como cuenta la directora del IES Nueva Andalucía, es muy importante el acompañamiento de otros estudiantes ucranianos que llevan más tiempo en el centro y que colaboran así en la acogida y adaptación de sus compatriotas.

Una figura, el alumno acompañante, que también tienen instaurada en el Colegio San Juan de Dios-La Goleta de Málaga. «Este alumno es un eslabón muy importante en la cadena de inserción», explica la directora, Mari Carmen Lozano. En La Goleta, con 23 nacionalidades distintas, hay actualmente 23 ucranianos matriculados y tienen siete solicitudes de refugiados, dos para Infantil, una para Primaria y cuatro para Secundaria. En la mayoría de los casos han elegido este centro porque conocen a familias cuyos hijos estudian allí o han venido a casa de familiares o amigos que viven en la zona.

Este colegio concertado tiene también una gran experiencia en recibir a extranjeros, por lo que su directora asegura que no les asustan ni les vienen grandes estas circunstancias. Incluso ya recibieron en su día a refugiados de Sarajevo.

Cuando lleguen los menores ucranianos les asignarán un tutor y clase según su nivel y preferencias en el caso de Secundaria y les ofrecerán su servicio de adaptación lingüística si lo necesitan.

Según su experiencia, Mari Carmen Lozano comenta que en unos días los alumnos ya pueden desenvolverse con el idioma porque, además, tienen autorización para usar los móviles o las tablets para traducir. Algo que también permiten en el IES Nueva Andalucía.

Sin embargo, a nivel de aprendizaje la evolución dependerá también del estado emocional de cada uno. Un aspecto que está contemplado en los planes para estas situaciones y del que se encargan los Departamentos de Orientación.

«Con nuestro carisma en la atención al más necesitado, no sólo económicamente, sino a nivel competencial, emocional o social, siempre hemos tenido como objetivo que los niños se sientan acogidos y a gusto, ese es nuestro lema», defiende esta docente de La Goleta.

La directora del IES Nueva Andalucía comenta igualmente que su orientadora está pendiente por si nota ansiedad o algún tipo de estrés en los alumnos recién llegados o en sus familias. No obstante, detalla que la mayoría están bien porque han venido con sus familias, que han podido mantener incluso sus profesiones porque trabajan en empresas europeas o como freelance con negocios por internet.

Aunque en este centro de Marbella prima la multiculturalidad, han preparado al resto del alumnado para recibir a sus nuevos compañeros con talleres del Departamento de Geografía e Historia explicando el conflicto bélico y las consecuencias sociales. «Viendo que iba a haber millones de personas desplazadas entendíamos que esta zona, al tener tanto población extranjera, recibiría alumnos y así ha sido», explica Raquel López.

Igualmente, en La Goleta también se están preparando para la llegada de estas familias y su club deportivo tiene las puertas abiertas porque son conscientes de que el deporte es una magnífica herramienta de integración.

En el Colegio La Goleta el deporte es una de sus herramientas de integración.

En el Colegio La Goleta el deporte es una de sus herramientas de integración. / La Opinión

Por otra parte, para que la acogida e integración sea realmente positiva para todos, la directora de este colegio concertado apunta que son conscientes de que tienen que ser «sutiles» para que los alumnos rusos y bielorrusos no se sientan mal. «Tenemos que dejar claro que nuestra postura es de integración y convivencia», afirma.

Por su parte, el Ampa está valorando la posibilidad de buscar ayudas para ofrecer clases de idiomas por las tardes para niños y adultos.

Sobre el aspecto económico, el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, ha informado de que se podrán usar fondos europeos para contratar a profesores para atender las necesidades del idioma y a orientadores para la atención psicológica.

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