El archivo de Dolores de San Juan ya es 3.0

Llamaba a las puertas el año 2000, el del Jubileo, cuando, como en un novela de Pérez Reverte, unos hermanos de Dolores de San Juan descubrieron detrás del retablo mayor de la iglesia de San Juan una inmensa alacena y en su interior, una vieja fotografía de Nuestra Señora de los Dolores y debajo, un libro cargado de siglos con preciados documentos de la primigenia Cofradía del Santísimo Sacramento.

Entre ellos, la donación original por sor Mariana de la Cruz y Austria (1641-1715), sobrina de Felipe III, de un desaparecido ‘lignum crucis’ (reliquia de la cruz de Cristo) al obispo de Málaga que terminó donando a su vez a la cofradía.

Es uno de los documentos que pueden encontrarse en la nueva web del Archivo Histórico de la archicofradía (archivodoloresdesanjuan.com), que ha sido totalmente renovada y que además incorpora como novedad un registro de autoridades para conocer con rapidez los nombres de las personas o entidades citadas. 

«La web la teníamos desde 2007 gracias a una subvención de la Consejería de Cultura, nos fue muy bien hasta que hace cuatro años empezó a dar problemas; en 2020 nos quedamos sin ella y hubo que buscar alternativas», resume el profesor Federico Castellón, desde 2006 archivero de Dolores de San Juan.

La charla con La Opinión tiene lugar en el mismo archivo histórico, en la última planta de la casa hermandad, un antiguo bar cerrado en 2007 para albergar estas instalaciones, lo que demuestra la importancia que la archicofradía del Viernes Santo da a la preservación de su pasado.

Patrimonio documental

El archivo digital se ha renovado con la ayuda del programa de software gratuito ATOM, un proyecto del Consejo Internacional de Archivos. El resultado es una web de diseño muy sencillo y lo más importante: con todo el patrimonio documental de la archicofradía al servicio de cualquier usuario.

«Me atrevería a decir que es la única de Andalucía», señala el archivero, que subraya que todo el archivo se encuentra en consulta en abierto, con la salvedad de los documentos de los últimos 40 años, que por ser tan recientes siguen a disposición de los hermanos, aunque se irán incorporando con el paso de los años.

«En las web de las cofradía andaluzas hay algunos documentos sueltos, aquí presentamos todo el archivo», recalca el hermano mayor Alejandro Cerezo. 

En total, precisa Federico Castellón, el archivo histórico cuenta con 5.600 unidades documentales simples. Como explica, en un principio la digitalización de los documentos se inició gracias a la subvención de la Junta de 2007 y a partir de 2009 se ha encargado Dolores de San Juan, aunque con alguna ayuda puntual como la de la UMA.

Para el hermano mayor la renovación de la web «es algo importantísimo; creo que somos conscientes de que esto, para la hermandad, el que la archicofradía tenga memoria sobrepasa cualquier manto y cualquier trono; si además estás en el mundo de las cofradías, estamos aún más obligados a velar por eso», remarca.

Entre los documentos más antiguos, además de los mencionados, se encuentra el censo de mil ducados para misas que en el XVIII el religioso Luis Sweerts donó a la cofradía sobre las rentas del cortijo de Arraijanal. Los Sweerts, por cierto, son la familia flamenca originaria de Amberes, afincada en Málaga desde el siglo XVII, cuyo complicado apellido fue adaptado por los malagueños, que así convirtieron una de sus propiedades en la Granja de Suárez, en lugar de la de Sweerts.

Una parte muy llamativa del archivo guarda relación con el propio Federico Castellón, porque en 2010 pudo salvar de la cubeta de unas obras municipales en calle Cárcer, unos 5.000 negativos y diseños religiosos del conocido fotógrafo y diseñador Cristóbal Velasco.

Los diseños de Velasco, 23 láminas -lo único que pudo rescatar de cerca de un centenar que terminó en la basura- son las que se pueden consultar y descargar en la web, que cuenta con un cómodo visor. Uno de los diseños, por cierto, se hizo realidad porque se trata del retablo de la Virgen del Perpetuo Socorro, a la entrada de la Sacristía de la parroquia de San Juan.

A falta de completar la información de buena parte de las fichas, un trabajo que necesitará tiempo y dedicación, Alejandro Cerezo agradece la gran labor del profesor y archivero, al tiempo que reivindica que un institución tan enraizada en Málaga como Dolores de San Juan ponga su patrimonio documental a disposición de los estudiosos de todo el mundo. 

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