Sucesos

«Más sombras que luces» en el accidente de Elena en Álora

La familia de la joven que murió arrollada por un tren de Cercanías en un paso a nivel sin barreras del municipio denuncia la falta de sensibilidad y de información por parte de las administraciones

Elena, en una imagen facilitada por la familia. | L.O.

Elena, en una imagen facilitada por la familia. | L.O. / La opinión. málaga

La Opinión

La familia de Elena Navarro, la canaria de 25 años que murió el 21 de julio del año pasado arrollada por un tren de cercanías en un paso a nivel sin barreras de Álora, ve «más sombras que luces» en el accidente. En un escrito trasladado a La Opinión, su madre, Conchi Hernández, denuncia la falta de sensibilidad y de información por parte de las administraciones a las que han acudido, circunstancias que hasta el momento les han impedido resolver «algunas incógnitas».

Una de ellas se refiere a la visibilidad en el punto del accidente. Hernández indica que el alcalde de Álora, Francisco Martínez, declaró el 25 de julio de 2022 en el periódico La Provincia, del Grupo Prensa Ibérica, que llevaba tiempo solicitando barreras en el paso aunque este contara con «bastante visibilidad». Sin embargo, en otro artículo publicado en Nius, el regidor declaraba que «sabíamos que podía pasar» por la «nula visibilidad». Conchi explica que la familia ha visitado el lugar del accidente: «Ante nuestro asombro, vemos que el paso a nivel sin barreras cuenta con un semáforo torcido y cubierto con una capa de polvo de hace más de cincuenta años detrás de una curva cerrada con una distancia de menos de 150 metros entre la curva y dicho paso a nivel, donde los trenes pasan a 100 km/h». Hernández añade que, además, entre el paso a nivel y la curva hay una casa a escaso metro y medio de las vías que impide completamente la visibilidad de esos 150 metros que separan la curva de dicho paso». También recuerda el testimonio a la prensa de Antonio, un vecino de la localidad, que afirma que «hay estudios para eliminar este paso a nivel, pero el dinero se habrá perdido».

"Ante nuestro asombro, vemos que el paso a nivel sin barreras cuenta con un semáforo torcido y cubierto con una capa de polvo de hace más de cincuenta años detrás de una curva cerrada"

La declaración del vecino llevó a Conchi a tirar del hilo y llegar a 2005, cuando «la ministra socialista de Fomento, Magdalena Álvarez, presentó el Plan de Seguridad en pasos a nivel, y a 2006, cuando «el Ministerio de Fomento adjudicó a la empresa Grusamar Ingeniería y Consulting SL la redacción de los proyectos de supresión de seis pasos a nivel en la línea Córdoba-Málaga», entre los que se encontraba el paso a nivel donde falleció Elena. En su carta, la madre apunta que en abril de 2009, ADIF incoó un expediente expropiatorio para disponer de los terrenos necesarios ejecutar las obras necesarias para la supresión del paso a nivel sin barreras de Álora. «Ya se afirmaba en esas fechas que el proyecto básico había sido debidamente aprobado y se señaló mayo como fecha para las actas previas de ocupación. ¿Qué ha pasado con este dinero? Hablamos de más de seis millones de euros ¿Por qué no se terminaron las obras?», pregunta. Conchi no se queda ahí y dice haber pedido al Portal de Transparencia del Gobierno de España información sobre el decreto que dictaba que esos terrenos y algunas casas se iban a expropiar en 2009 para eliminar estos pasos a nivel. «La respuesta que me ofrecen es que, más de 12 años después, dicho estudio se encuentra en la actualidad en fase de elaboración y revisión, además de agregar un plano en donde afirman que la vivienda no pertenece a ADIF, sino al Ayuntamiento de Álora».

Dudas sobre la versión final

En cuanto al accidente, Hernández denuncia que el caso se intentó cerrar con la declaración del maquinista, que al parecer manifestó que el coche estaba en medio de la vía y nada pudo hacer para evitar el fatal desenlace. «A pesar de esta afirmación tan poco objetiva, el equipo de atestados de Antequera no realizó ningún informe pericial la madrugada del 22 de julio cuando se personaron. Ante las protestas de amigas y compañeros de mi hija por la afirmación del conductor del tren, Hernández asegura que el equipo se volvió a desplazar al lugar del accidente el 25 de julio, es decir, cuatro días después del siniestro: «Según nos comentó la Benemérita, el día del accidente no se realizó la prueba de alcoholemia ni al maquinista ni a la fallecida, como es prescriptivo. Por si fuera poco, la Guardia Civil nos aseguró que en un mes recibiríamos el informe pericial y nueve meses después aún lo estamos esperando».

A nivel personal, la familia también está dolida por el trato que recibió en su visita a Málaga. Explican que la asistencia, la información y el asesoramiento fue nulo, prácticamente como el trato humano. Aseguran que el alcalde de Álora «se escondió» de ellos, que en el Instituto de Medicina Legal no les permitieron ver los restos de su hija y que el mando de la Guardia Civil que quedó con ellos para entregarles las pertenencias de Elena no acudió a la cita: «Nos las entregó un subalterno en un sobre de plástico a través de una ventanilla con reja».

Gestión diferente

La familia tampoco entiende la diferencia entre la gestión del accidente de su hija y otro similar ocurrido en un paso a nivel sin barreras en Fondarella (Lérida) el pasado 31 de diciembre en el que murió el conductor de un vehículo. En este siniestro, Conchi explica que Protección Civil activó en fase de alerta el Plan Ferrocat, es decir, «un plan de emergencias en transporte de viajeros por ferrocarril para identificar las deficiencias ferroviarias; y los Mossos abrieron de inmediato una investigación para esclarecer las circunstancias del accidente». «En el caso de mi hija no tenemos constancia de que se haya llevado a cabo un plan de emergencias ni que la Guardia Civil haya abierto una investigación. Puede que la razón esté en que mi hija no era vecina del lugar o porque los canarios somos ciudadanos de segunda. No sólo nos dejan fuera de la subvención del transporte ferroviario, sino que nuestros accidentados no merecen ninguna atención», concluye.

El 22 de julio, fuentes de Adif indicaron a este diario que el paso a nivel sin barrera está dotado de señales acústicas y luminosas, además de la fija (vertical de tráfico), que advierten del paso de los trenes, aunque desconocían la velocidad máxima a la que el tren puede circular por ese punto.