Entrevista | Toni Morillas Coordinadora provincial de Izquierda Unida y portavoz municipal de la confluencia Con Málaga

«Hay que frenar la agenda política ultra que el PP está desplegando en la provincia»

 Toni Morillas es la primera mujer que dirige a nivel provincial Izquierda Unida, la tercera fuerza con más alcaldías en Málaga después del PP y el PSOE. Atenuar el dominio de los populares en el mapa político es uno de sus objetivos en el nuevo cometido, que convivirá con su labor en la oposición en el Ayuntamiento de Málaga  

Aboga «por hacer todo lo posible» en IU para erosionar el avance en los ayuntamientos malagueños del centro-derecha y no descarta «acuerdos políticos» con el PSOE que dieran paso a mociones de censura contra el PP

La nueva coordinadora provincial de Izquierda Unida, Toni Morillas.

La nueva coordinadora provincial de Izquierda Unida, Toni Morillas. / Álex Zea

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

¿Con qué sensaciones está viviendo estas dos primeras semanas como coordinadora provincial de Izquierda Unida?

Con ilusión y con responsabilidad. Y con la sensación de que tenemos muchísimo trabajo por delante en la provincia. Ya hemos iniciado las visitas a los municipios. El lunes vamos a ir a la comarca de Antequera y vamos a mantener un encuentro con concejales y concejalas de Izquierda Unida, con el objetivo de diseñar conjuntamente una hoja de ruta.

¿Ha cambiado de canal la tele, esta semana, cuando un día salía la marcha en Málaga contra la amnistía con el PP agarrado a la bandera de Andalucía y otro la jura de la princesa Leonor?

No, no lo he cambiado. He asistido de manera bastante perpleja a la movilización que el Partido Popular ha organizado. Tengo que decir que es bastante sorprendente cómo cada vez que el Partido Popular no gobierna, y se abre la posibilidad de un gobierno de progreso en nuestro país, se dedica a intentar quitarle legitimidad democrática a ese gobierno. Y eso es lo que hizo el pasado domingo en Málaga. Encima con un intento de apropiación indebida de la bandera andaluza y de toda una historia de lucha del pueblo andaluz por su autonomía, a la que precisamente no ha sido el Partido Popular quien ha contribuido. Y en relación a la jura de la Constitución de la infanta Leonor, más bien parecía que estábamos asistiendo a algo propio de otro tiempo. Es una institución que no es democrática y está intentando, de alguna manera, hacerse un lavado de cara. Justo cuando hay un deterioro de la imagen pública de la monarquía en nuestro país muy importante. No ha habido el suficiente atrevimiento ni la suficiente convicción democrática como para abordar algo que debería de estar en la agenda de nuestro país, que es hacer un referéndum entre monarquía y república para que los españoles y las españolas podamos decidir sobre algo tan relevante como cómo se elige a la Jefatura del Estado.

¿Le parece normal que hayan tenido que pasar más de tres décadas para que usted sea la primera mujer en dirigir, en la provincia, una organización tan a priori feminista como IU?

Es evidente que las organizaciones políticas, los partidos, las instituciones, el espacio público en general, están atravesado por dinámicas profundamente patriarcales, que han sido construidas a imagen y semejanza de los hombres. Las mujeres, con el liderazgo feminista, hemos conseguido eliminar muchas barreras. Y la eliminación de estas barreras no pasa sólo por la feminización de puestos de responsabilidad como el de la coordinación provincial, algo que es fundamental. Las mujeres somos más del 50% de la sociedad. Y también queremos transformar las prácticas políticas y las prácticas militantes. Las organizaciones políticas, y también la mía, que efectivamente es una organización feminista, se han basado en una forma de militancia que nos venía dando la espalda. Eran las mujeres las que sostenían los cuidados mientras los hombres militaban. Por eso es tan importante que hablemos de feminizar la organización y que hablemos también de transformar esas prácticas militantes para que sean conciliables con los cuidados y con los tiempos de vida. También hay que hacer del feminismo un elemento central de la acción política.

¿Está recobrando IU la influencia de antaño gracias a la filosofía de Sumar y la consiguiente debilidad de Podemos?

IU -que es una organización que tiene 30 años de historia y de la que forman parte organizaciones políticas como el Partido Comunista con más de un siglo de historia- siempre ha mantenido una filosofía, que es la necesidad de construir espacios políticos amplios. Esta filosofía no la hemos abandonado nunca. La hemos mantenido en los procesos de construcción de Unidas Podemos, y ahora también en el proceso de construcción de Sumar.

¿Cambiaría con su gestión lo que fuera necesario para prevenir más espectáculos ‘cainitas’ entre formaciones de izquierda?

Sin duda. A la gente trabajadora lo que realmente le preocupa es cómo llegar a fin de mes, si va a tener unos servicios públicos fuertes, si va a poder acudir y tener una cita con el médico de cabecera o con la pediatra en tiempo... La gente trabajadora lo que espera de nosotras es que seamos capaces de situar lo importante por encima de elementos que debieran de ser accesorios. Cuando, en algunas ocasiones, las disputas internas se ponen por encima de lo importante le hacemos un flaco favor a la política. Cuando eso ocurre, la gente trabajadora, la gente humilde, la gente que aspira a que haya un proyecto político democratizador, feminista, ecologista y de cambio en este país, se aleja. Por tanto, tenemos que impulsar dinámicas que hagan de la participación política algo apetecible. Por ejemplo, que cuando una madre está preocupada porque le han quitado al Personal Técnico de Integración Social (PTIS) del centro educativo de su hijo, y esto está suponiendo que su hijo con necesidades educativas especiales no pueda ir a su cole, vea en nuestro espacio político una herramienta útil para mejorar sus condiciones de vida.

Toni Morillas posa para una entrevista. | ÁLEX ZEA

Toni Morillas. / Álex Zea

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¿Es mejorable la relación entre las direcciones provinciales de IU y el PSOE?

Existe una relación entre organizaciones que llegan a acuerdos programáticos en las instituciones de las que forman parte. Ahora, a nivel estatal, todo apunta a un acuerdo de gobierno que permitirá desplegar toda una agenda de derechos en nuestro país. En ese sentido, en la provincia también tenemos una relación que es cordial, basada en una relación profundamente política y de acuerdos programáticos en las instituciones en las que participamos.

En feudos de izquierda como Archidona o Humilladero hay un alcalde del PP porque IU y los socialistas no pactaron, ¿debía haberse evitado?

Tenemos la responsabilidad de poner freno a la agenda política ultra que el Partido Popular está desplegando en la provincia. Y eso pasa porque pongamos todo lo que podamos de nuestra parte para que se abran paso acuerdos políticos que pongan ese freno. En ese sentido estamos trabajando en todos los municipios.

¿Sería partidaria de que los pactos a la izquierda que no cuajaron en algunos ayuntamientos se tradujeran, ahora, en mociones de censura contra el PP?

Tenemos que hacer todavía ese trabajo incipiente de reunirnos con la militancia de la provincia. Pero, sin duda, en la parte que corresponde a Izquierda Unida, vamos a hacer todo lo posible para ponerle freno al avance del Partido Popular en la provincia. En todos los municipios de la provincia.

Con usted al frente de la organización, ¿hubiese permitido la reciente alianza con el PP -en plena negociación del acuerdo nacional para el Gobierno- para que la Mancomunidad de Sierra de las Nieves la presida IU?

No ha habido ninguna alianza con el Partido Popular. Ni en la Mancomunidad de la Sierra de las Nieves, ni en ningún otro lugar. Nosotras hemos puesto, y la dirección de Izquierda Unida así lo hizo, todo el empeño en que pudiera darse un acuerdo de otro tipo. Y serán otros los que tendrán que dar las explicaciones de por qué no facilitaron ese acuerdo.

Su proyección actual no se entiende sin su regreso para convertirse en la candidata a la alcaldía de Málaga de la confluencia de izquierdas para el 28M, ¿le supo mal que la eligieran a última hora y a dedo, cuando Remedios Ramos ya había ganado unas primarias?

El proceso político en Málaga fue complejo. Yo jugué un papel en el que se me pidió que facilitara un acuerdo que hasta aquel momento no era posible. Y, en ese sentido, ojalá hubiera sido el proceso político de otra forma y ojalá las formaciones políticas, entre otras las mías, hubieran llegado a una fórmula de colaboración con anterioridad que hubiera sido más satisfactoria para todos. Pero, sin duda, lo importante era que la izquierda alternativa no se quedara fuera del Ayuntamiento de Málaga, que es lo que podría haber ocurrido sin ese acuerdo entre Izquierda Unida y Podemos.

Su labor como portavoz municipal ya la ha situado en el centro de la diana del PP, ¿qué ha sentido al ser llamada ‘antisemita’ por compañeros de la corporación o ser acusada de exaltar el terrorismo por salir en defensa del pueblo palestino?

Forma parte de la estrategia del Partido Popular, que está situando una dicotomía en la que nunca censura ni sanciona al Estado de Israel. Ni censura ni sanciona que el Estado de Israel lleve 75 años ocupando de manera ilegal los territorios palestinos y sometiendo al pueblo palestino a una situación de apartheid. Tampoco censura los bombardeos de Israel contra el pueblo palestino y el auténtico genocidio al que estamos asistiendo estos días. El PP hace acusaciones muy gruesas al acusarme de exaltación del terrorismo. Es una estrategia general que están siguiendo a lo largo y ancho de todo el país. Hemos visto también como ha habido un reconocimiento, en medio del genocidio, del Ayuntamiento de Madrid a Israel. Me acusan de exaltación del terrorismo cuando lo que realmente está pasando es que el PP vuelve a situarse fuera del marco de los derechos humanos y fuera del marco del derecho internacional y de las Naciones Unidas. Lo que estamos viviendo estos días es imperdonable. Tiene que haber un posicionamiento político de toda la comunidad internacional que exija el alto del fuego porque van miles de muertos, miles de personas asesinadas en Palestina, miles de niños asesinados. Los cortes de agua, los cortes de luz, el corte del acceso al combustible, al alimento... Estamos asistiendo a un auténtico genocidio retransmitido con la connivencia de partidos como el PP.

¿Por qué impulsó la colocación de una bandera gigante de Palestina en la fachada del Ayuntamiento de Málaga, a sabiendas de que estaba prohibido?

Nosotras le trasladamos al alcalde de la ciudad, cuando anunció que iba a iluminar la fachada del Ayuntamiento con los colores de la bandera de Israel, un escrito proponiéndole que se proyectaran los colores de la bandera palestina. Como un compromiso de la institución municipal con la paz y con la exigencia de ese alto al fuego. Ni siquiera nos contestó. Por eso decidimos que era de justicia hacer ese despliegue de la bandera palestina en homenaje a las víctimas y también como una muestra de solidaridad con el pueblo palestino.

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