El rector de la UMA avisa de la tardanza en adaptar los estudios de la universidad pública

El nuevo rector de la Universidad de Málaga (UMA), Juan Teodomiro López Navarrete (Badajoz, 1960), considera que uno de los problemas de las universidades públicas es que la modificación de planes de estudio lleva más tiempo del debido, frente a la "agilidad" que muestran las instituciones académicas privadas en esos procesos.

Considera, durante una entrevista con EFE, que esa cuestión "está en el 'debe' de las comunidades autónomas y del propio ministerio", que se debe solucionar y que hay que fijarse "en la capacidad que tienen las universidades privadas de hacer esto mucho más rápido".

Se ha referido a las "muchas inercias" que se producen con las universidades públicas en las adaptaciones de planes de estudio al tener que pasar por procesos de verificación que llevan más tiempo del debido, aunque precisa que ello no está "en el 'debe' de las universidades".

Señala que, pese a someterse las universidades privadas a filtros y niveles de verificación y excelencia en esas adaptaciones, muestran "una agilidad que no tienen tanto las universidades públicas", lo que cree que hay que mirar "con mucho detalle" para ser "más ágiles".

López Navarrete añade que en "las administraciones públicas en general, por tener más cortapisas, más filtros y más cuidado en hacer las cosas de manera transparente, reglada, los tiempos son siempre más lentos", al tiempo que defiende que hay que "poner otra velocidad en ese tipo de procesos".

Financiación insuficiente

En su primera entrevista con un medio informativo tras la toma de posesión administrativa del cargo, este catedrático de Química Física señala que se está implementando un nuevo modelo de financiación de las universidades, un modelo que para los rectores de estas instituciones es "insuficiente".

Afronta su mandato en la UMA con "el problema más acuciante", un déficit de 30 millones de euros, al haber tenido que asumir dentro de su presupuesto varias infraestructuras después de que la comunidad autónoma, en un momento difícil de liquidez a raíz de la pandemia, se hiciera con los remanentes de las universidades.

Ante ese déficit tienen por delante una negociación con la administración autonómica y señala que para la Consejería de Universidad de la Junta la de Málaga "es una universidad prioritaria" porque es de las "de primer nivel de la comunidad".

"Ellos tienen que velar también por nuestra suficiencia económica y por garantizar que sigamos siendo la universidad líder que somos. Tendremos que poner un ajuste económico, pero hay por delante una negociación", ha señalado.

Edificios tras despejar las cuentas

Una vez clarifiquen el escenario presupuestario para 2024 y 2025, sabrán qué obras de infraestructura abordar de manera rápida y cuáles de forma lenta y abordarán la cuestión "como un reto".

El Pabellón de Gobierno construido en la ampliación del campus de Teatinos la califica como "una obra importante y tremendamente necesaria", pendiente del amueblamiento y mudanza.

La obra de la Facultad de Turismo debe finalizarse como otro "reto", además de la ampliación y reforma de la Facultad de Filosofía y Letras y la nueva Facultad de Ciencias en la ampliación del campus, ya que el actual edificio "está en unas condiciones muy lamentables" que deben solucionar invirtiendo en su reforma y mantenimiento.

Respecto a las nuevas titulaciones, solicitaron una moratoria a la Junta ante el cambio de rector como en la Universidad de Cádiz y hay un documento provisional que se completará con las demandas de decanos y directores de escuelas en una reunión inminente.

Títulos interuniversitarios

Verán qué iniciativas hay "porque se va a ver muy bien todo lo que son títulos interuniversitarios, que pivoten sobre más de una universidad" y la Junta les ha permitido tener hasta febrero para presentar la propuesta.

Defendió en la campaña electoral universitaria que "uno de los cambios en el modelo de gobernanza es que las decisiones sean consensuadas con los que las van a llevar a cabo".

Ha recordado que las universidades deben abordar su adaptación a la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) y que esperan que la comunidad autónoma desarrolle la Ley Andaluza de Universidades (LAU) a lo largo de este año, tras lo que reformarán estatutos de la UMA.

Explica que la adaptación lleva consigo un cambio en el régimen de dedicación de diferentes figuras de profesorado, lo que tendrá un coste económico inmediato, y una reforma de organigramas, que debe llevar aparejado su coste y del que los rectores de las universidades esperan que el Ministerio se haga cargo.

En una reciente reunión de rectores con el consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta, José Carlos Gómez Villamandos, este planteó que la previsión es que la LAU entre en vigor a principios de 2025, aunque les presentará un borrador y habrá reuniones al respecto con carácter inminente.

Cátedras de mecenazgo con Google o Telefónica

Se ha referido a las 'cátedras de mecenazgo', en lo que destaca que la Universidad de Málaga es una de las más importantes a nivel nacional, las ve positivas como acercamiento entre la institución académica y la empresa y cita las cátedras malagueñas con las compañías Google, Telefónica o Cepsa.

Alude a la "enorme carga burocrática" que sufre toda la Universidad y especialmente el personal docente e investigador (PDI), lo que cree que hay que abordar de inmediato, al igual que una "revisión profunda" de la relación de puestos del personal técnico de gestión y administración de servicios.

Considera necesario que los fondos de investigación lleguen a la universidad y promete mantener la "importante apuesta" por este campo, en el que hay grupos investigadores malagueños de excelencia en diversas áreas.

Ve con normalidad los proyectos de universidades privadas previstos en Málaga y que dado el "dinamismo" y "capacidad de crecimiento" de la ciudad, sería "raro" no tenerlas: "en las ciudades del dinamismo, fortaleza y proyección de Málaga las hay" y pone ejemplos de Madrid, Barcelona, Valencia y otras importantes urbes europeas.

Sin embargo, afirma que la Universidad de Málaga estará en un nivel de excelencia y "en otra liga distinta del de las universidades privadas que se instalen" y que la preocupación debe ser "seguir siendo la universidad líder, de vanguardia, de excelencia en investigación".

Sobre las clasificaciones de mejores universidades, aboga por cuidar que los datos que se facilitan a las entidades que las elaboran reflejen la realidad, al considerar que ahora no es así dados los drásticos cambios de posiciones de un año a otro en esas tablas.