Blasón real de Felipe V

En este último artículo sobre los blasones malagueños se muestra un ejemplo más de emblemas reales, pertenecientes al periodo de regencia de Felipe V, que aún sobreviven al paso del tiempo.

En concreto me refiero a los dos hermosos escudos que embellecen dos de las claves de las puertas principales o norte de la Catedral de Málaga, la fachada de la plaza del Obispo.

Felipe de Borbón, llamado por el pueblo ‘El Animoso’ fue duque de Anjou, hijo del Delfín de Francia y de María Cristiana de Baviera, nieto por línea paterna del Rey Sol Luis XIV y biznieto de Felipe IV de España.

Felipe fue nombrado heredero de la Corona española por testamento de Carlos II, el 3 de octubre de 1700.

El nuevo rey nació en Versalles (Francia) el 19 de diciembre de 1688 y fue jurado el 8 de mayo del año 1701, a la edad de 17 años. En ese mismo año contrajo matrimonio con María Luisa Gabriela de Orleans, hija de Victor Amadeo II de Saboya y de Ana María de Orleans con la que tuvo sucesión.

A inicios de su reinado, se desencadenó la Guerra de Sucesión, cuyo desarrollo duró casi 13 años, en la que se vio envuelta casi toda Europa en una cruel guerra.

España, implicada en ella junto a Francia, se enfrentó por su derecho al trono contra Inglaterra, Holanda y Austria a las que derrotó en las batallas de Brihuega y Villaviciosa.

Sin embargo por la Paz de Utrecht y Rastatt, se perdieron posesiones vitales para nuestro comercio exterior. La paz conseguida por nuestro país bajo las exigencias de Inglaterra y aliados supuso un desmembramiento del imperio español.

A la muerte de la reina María Gabriela en 1714, Felipe V volvió a contraer nuevas nupcias el 16 de septiembre de 1714 con la italiana Isabel de Farnesio, hija de Eduardo III, príncipe de Parma y de Dorotea Sofía, condesa palatina de Rein y duquesa de Baviera.

La reina fue una mujer de gran carácter y ambiciosa la cual tuvo una gran influencia sobre su marido al que empujó hacia una política agresiva, en beneficio de sus hijos, entre ellos el futuro Carlos III.

Teniendo Felipe V un grave problema de salud mental que le incapacitaba para el gobierno de la Nueva Planta, pero con claras pretensiones al trono de Francia, el 15 de enero de 1724 abdicó en su hijo Luis, quien rigió los destinos del reino de España bajo el nombre de Luis I.

Sin embargo, poco tiempo después, el joven monarca falleció enfermo de viruela, con ello Felipe V se vio obligado a reinar de nuevo.

Su vuelta al trono supuso no sólo enfrentarse a su claro desequilibrio mental sino también a los graves problemas con países como Austria.

Por otro lado, con la incorporación al nuevo gabinete español del primer ministro Patiño se realizó un acercamiento diplomático con Francia e Inglaterra, lo que afianzó en el trono al hijo de Isabel de Farnesio en sus pretensiones sobre la Toscana, Parma y Plasencia.

El nuevo régimen instaurado en España por la nueva dinastía francesa dio pie a que se llevaran a cabo importantísimas reformas en la arcaica administración española.

Una de las más destacables fue la de la Marina real, seguida del comercio con Indias y sobre todo, de una remodelación de la hacienda real, tras el largo periodo de la Guerra de Sucesión.

Por otro lado, con todas aquellas propuestas de la Nueva Planta y su desarrollo se propuso evitar caer aún más en la deriva y banca rota que llevó el Antiguo Régimen con el último de los Austria Carlos II.

A los 73 años de edad y 46 de reinado, el rey Felipe V falleció en Madrid el 9 de julio de 1746.

Descripción

Las Armas del blasón de España al subir al trono Felipe V (1701) sufrieron varios cambios en su esencia.

La primera modificación sería la eliminación de las armas de Portugal, que desde hacía algunas décadas no pertenecían ya al reino de España, así como cambios de lugar en el blasón en lo relativo a Flandes y Tirol, es decir el águila y el león, que ocupaban un lugar destacado en la distribución de los muebles reales.

Tras la desaparición de los austrias, éstas pasarían separadas y a la punta del escudo o blasón. En abismo, en un escusón, el monarca Felipe V situó su distintivo personal, el de la Casa Borbón-Anjou.

De esta forma quedaría el escudo real de España distribuido en diez cuarteles:

1, Cuartelado de Castilla y León repetidos y alternados; 2, Granada en punta.; 3, Aragón,4, Sicilia; 5, Austria moderna; 6,Borgoña moderna;7,Borgoña antigua; 8, Flandes; 9,Tirol y 10, por Brabante. Sobre el todo, escusón de azur con tres flores de lis de oro bien ordenadas y bordura de gules por Anjou.

Rodea al blasón real, el Gran Collar de la Orden del Toisón de Oro y el de la Orden francesa del Espíritu Santo. Por timbre lleva corona real cerrada.

Localización

Estos blasones se localizan en las dos entradas laterales de la fachada principal de la Catedral de Málaga, obra de los arquitectos José de Bada y Antonio Ramos.

Y según los datos cotejados, los emblemas reales pudieron ser colocados a lo largo del tiempo que llevó las obras el maestro de fábrica José de Bada.