Alimentación

Comer alimentos ultraprocesados aumenta en un 58% la ansiedad y otros trastornos mentales

Un estudio publicado en la revista científica BMJ muestra que consumir alimentos ultraprocesados aumenta en un 50% más de riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardiovasculares

Alimentos ultraprocesados

Alimentos ultraprocesados / La Opinión

Chaima Laghrissi

Chaima Laghrissi

La pizza, los cereales del desayuno, tu salsa favorita, bastones de merluza congelada, las galletas de chocolate o alguna que otra golosina. Al abrir la nevera de los hogares malagueños seguro que encontramos más de uno de estos productos. Alimentos ultraprocesados que pasan desapercibidos y están presentes en la alimentación del día a día. 

Las consecuencias negativas que tienen sobre nuestra salud los ultraprocesados no es ninguna novedad. Sin embargo, su consumo está altamente relacionado con más de 30 enfermedades, incluidos cáncer, afecciones cardíacas y pulmonares graves, trastornos de salud mental y muerte prematura.

Sin embargo, ninguna revisión exhaustiva ha proporcionado aún una evaluación amplia de la evidencia en esta área, tal y como lo hacen los hallazgos publicados la revista médica BMJ, resultados que muestran que las dietas ricas en alimentos ultraprocesados pueden ser perjudiciales para muchos sistemas del cuerpo. 

De hecho, el estudio revela que comer alimentos ultraprocesados aumenta en un 53% la ansiedad y otros trastornos mentales comunes. 

A qué se le llama ultraprocesado

La ingesta de ultraprocesados representa el 20%  de la ingesta energética diaria en España, alcanzando el 58% en países como Estados Unidos. Los alimentos ultraprocesados, son alimentos y bebidas que se han sometido a tipos específicos de procesamiento de alimentos y no contienen ningún 

Son ultraprocesados los productos horneados y refrigerios envasados, las bebidas gaseosas, los cereales azucarados y los productos listos para comer o calentar, se someten a múltiples procesos industriales y a menudo contienen colorantes, emulsionantes, saborizantes y otros aditivos. 

Estos productos también tienden a tener un alto contenido de azúcar

Así como, bastones de merluza, carnes procesadas como salchichas, aderezos, salsas listas, aguas saborizadas, jugos de fruta endulzados, entre otros.  Estos productos también tienden a tener un alto contenido de azúcar, grasa y/o sal añadidos, pero son bajos en vitaminas y fibra.

Las salsas son alimentos ultraprocesados

Las salsas son alimentos ultraprocesados / La Opinión

Consecuencias

Los investigadores llevaron a cabo una revisión general (un resumen de evidencia de alto nivel) de 45 metanálisis agrupados distintos de 14 artículos de revisión que asociaban los alimentos ultraprocesados con resultados adversos para la salud.

Y los resultados demostraron que una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados se asociaba con alrededor de un 50% más de riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardiovasculares y un 12% más de riesgo de diabetes tipo 2.

Lo que sí sorprende es que la mala alimentación también tiene consecuencias psíquicas sobre nosotros. El estudio revela que comer puede provocar hasta un 58% más el riesgo de tener ansiedad, además de trastornos mentales comunes

Algunos cereales también son alimentos ultraprocesados

Algunos cereales también son alimentos ultraprocesados / La Opinión

La ingesta de ultraprocesados representa el 20% de la ingesta energética diaria en España

Propuestas

Los alimentos ultraprocesados dañan la salud y acortan la vida, afirman los investigadores.. Entonces, ¿qué se puede hacer para controlar y reducir su producción y consumo, que está aumentando en todo el mundo?

Los autores de esta investigación  subrayan la necesidad de medidas urgentes que apunten y busquen reducir la exposición dietética a estos productos y comprender mejor los mecanismos que los vinculan a la mala salud.

"Las políticas públicas y la acción sobre los alimentos ultraprocesados son esenciales", indican. Estas incluyen etiquetas en el frente de los envases, restringir la publicidad y prohibir las ventas en escuelas y hospitales o cerca de ellos, y medidas fiscales y de otro tipo que hagan que los alimentos no procesados o mínimamente procesados y las comidas recién preparadas sean tan accesibles, disponibles y más baratos que los ultraprocesados.