Entrevista | Miguel A. Torres Presidente de las bodegas Familia Torres

"El turista preguntará en unos años al hotel antes de reservar si ha reducido emisiones"

"Debemos prepararnos para contestar al efecto del cambio climático con criterios ecológicos muy avanzados", afirma este bodeguero, que ha entregado en Málaga unos reconocimientos a los hoteles que apuestan por la energía fotovoltaica

El presidente de las bodegas Familia Torres, Miguel A. Torres.

El presidente de las bodegas Familia Torres, Miguel A. Torres. / L. O.

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

Enólogo y miembro de la cuarta generación de Familia Torres, Miguel A. Torres (Barcelona, 1941) preside estas bodegas desde 1991. Su preocupación por el cambio climático le llevó a crear en el año 2008 el programa Torres&Earth para reducir las emisiones de CO2, a lo que destina anualmente el 11% de los beneficios. Ayer estuvo en Málaga para entregar los reconocimientos a la integración fotovoltaica en el sector hotelero de la Costa del Sol, unos galardones que organiza con la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) y que tienen el respaldo de la Diputación de Málaga.

Familia Torres tiene un Plan de Transición hacia la descarbonización que culminarán con las cero emisiones netas en 2040 ¿Cómo surgió su preocupación por el medio ambiente?  

De entrada, somos un negocio que vive de la tierra. Pero la idea surgió allá por 2008, cuando vi el documental de Al Gore 'Una verdad incómoda'. Al salir, le dije a mi mujer: "Oye, es que esto va por nosotros, porque vivimos de la tierra y esto va a pasar y nos va a afectar mucho". Poco después, comenzamos las inversiones, poniendo placas fotovoltaicas, y surgió también la idea de crear Torres&Earth, que es el conjunto de actividades que hacemos para adaptarnos a la nueva situación.

¿Cómo afronta una bodega el cambio climático?

No podemos cambiar el cambio climático en sí. Nosotros hemos tenido que comprar tierras desde 2010 en las zonas más cercanas al Pirineo y en Huesca para tener un clima un poco más frío. Y seguimos buscando tierras en otras partes, con más agua. La adaptación es imprescindible. Hay que diversificar tierras y aplicar medidas para mitigar nuestras emisiones de CO2: coches eléctricos, biomasa... Hemos reducido ya un 36% las emisiones y queremos llegar un 60% al final de esta década. Para nosotros, también ha sido importante conseguir la involucración de otros sectores y empresas vinícolas. Creamos hace cinco años, junto a Jackson Family Wines de California, la International Wineries for Climate Action (IWCA), con un protocolo muy estricto de reducción de emisiones. Ya somos 140 bodegas. El mundo del vino debe ser un modelo para que otras industrias sigan esta línea.

¿Cuánto ha invertido Familia Torres desde que apostó por la descarbonización?

Mucho, ¡demasiado! (ríe). La gente me dice que por qué no lo dedico a beneficios empresariales, pero creo que no es momento de eso sino de conseguir mitigar un poco los efectos de este terrible cambio climático. El total supera los 21 millones de euros en acciones de mitigación y adaptación en estos años. En 2023, fue de más de dos millones.

La pandemia afectó mucho al sector del vino ¿se ha recuperado ya la normalidad?

Hemos tenido tres años malos tras el Covid, pero desde finales del año pasado hemos visto el cambio y este 2024 ha empezado muy bien. Las exportaciones van hacia arriba y también el mercado nacional. El turismo es muy importante para nosotros (recibimos unos 60.000 visitantes al año en nuestras bodegas). El 70% de nuestras ventas es exportación y, si a eso, le sumamos el impacto de las zonas turísticas nos vamos al 80%. En 2023 hemos facturado 250 millones de euros.

¿Qué presencia tienen en Málaga y la Costa del Sol?

La primera vez que vine fue en los años 60, me acuerdo que todavía estaban haciendo la carretera nueva y había unos baches terribles. Fuimos de los primeros en llegar aquí a vender el vino por todos los hoteles, a hacernos amigos de los sumilleres y de los maitres. Lo conseguimos y con los años lo fuimos consolidando. Tenemos una buena presencia aquí. Nuestro perfil de cliente en Málaga es principalmente del canal horeca, de gama media-alta. Los hoteles son muy importantes.

Premian ustedes la integración fotovoltaica del sector hotelero de la Costa del Sol para visibilizar a los que apuestan por la transformación energética . 

Tengo claro que todos tenemos que hacer un esfuerzo para reducir las emisiones. Estos hoteles que apuestan por las energías renovables van en esa dirección. Dentro de unos años, quizás cinco años, quizás diez, un cliente, cuando reserve un hotel, va a preguntar al establecimiento si genera su propia electricidad con placas fotovoltaicas. El cliente va a pedirlo para contribuir a la bajada de las emisiones. Por eso, es importante que los hoteles las tengan ya de cara al futuro.

¿La apuesta ecológica será algo así como un marchamo de calidad ante el turista?

-Sí, en Suecia ya hay un fenómeno social que se llama flygskam, que quiere decir ‘asco a volar’. Es decir, que la gente no va a querer volar tan lejos para evitar las emisiones de CO2. Pues Málaga, por seguir este ejemplo, está lejos de Suecia y a esto que le comento, pienso que la respuesta que hay que dar es contar ya con las energías renovables o los coches eléctricos. Debemos prepararnos para este futuro incierto, que tenemos que contestar con unos criterios ecológicos muy avanzados. Hay que desterrar ya el petróleo.  

Yaramar, La Chancla y H10, hoteles premiados en Málaga por su apuesta fotovoltaica

La bodega Familia Torres y la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), asociación sectorial mayoritaria de la energía solar en España, entregaron este jueves en Málaga los Reconocimientos a la integración fotovoltaica en el sector hotelero de la Costa del Sol. Estos galardones tienen el respaldo de la Diputación de Málaga y su objetivo es visibilizar a los hoteles como motor de la transformación energética frente al cambio climático.

Tres establecimientos de la provincia de Málaga han sido premiados por sus esfuerzos en la autogeneración de energía fotovoltaica. El Hotel Yaramar de Fuengirola (4 estrellas) recibió el premio en la categoría de hotel propiedad de cadena hotelera, con una instalación de 50 kW. Recogió el premio el coordinador del departamento de Calidad, Medio Ambiente, Seguridad y Salud del hotel, Juan Antonio Campaña, de manos del presidente de la Diputación, Francisco Salado.

La entega de galardones de UNEFy  Bodegas Torres a los hoteles, con la presencia del presidente de la Diputación, Francisco Salado.

La entega de galardones de UNEFy Bodegas Torres a los hoteles, con la presencia del presidente de la Diputación, Francisco Salado. / L. O.

En la categoría de hotel independiente, el galardón recayó en el Hotel La Chancla, situado en  Pedregalejo, cuya instalación de 12,5 kW le permite generarse un 20% de la electricidad. El presidente de Familia Torres, Miguel A. Torres, entregó el reconocimiento al encargado general del hotel, Cristóbal Ruiz.

Además, se concedió un accésit al establecimiento Hotel H10 Croma Málaga (4 estrellas), ubicado en el Centro de la capital malagueña, que cuenta con una instalación de 20 kW. 

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