Crónicas de la ciudad

Unas pipas Blas en el pantano del Agujero

Una voluntaria de Andalimpia localiza una bolsita de pipas Blas en el lecho del pantano. El profesor Fernando Alonso y Blas Palomo, nieto del fundador, ayudan a datarla

La bolsa de pipas Blas localizada en el lecho del pantano del Agujero.

La bolsa de pipas Blas localizada en el lecho del pantano del Agujero. / La Opinión

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Se llama Pepa y es una veterana voluntaria de la premiada asociación Andalimpia que, como saben, trata de frenar el ‘desvarío malaguita’ que tiene los ríos, arroyos y playas de Málaga hechos un cíclico vertedero, incluido el renaturalizado río Guadalmedina y su costra perpetua de malolientes toallitas, amén de toda la basura que ‘recauda’ del público de La Rosaleda.

Pero que demasiados malagueños tiran objetos al suelo con total tranquilidad de conciencia y salga el sol por Antequera no es de ayer. 

Lo pudo comprobar Pepa cuando, hace un par de semanas, tomó su bastón pinza para rebajar el nivel de ‘basuraleza’ en el Pantano del Agujero

Allí, en pleno lecho, en la parte última que se queda sin agua, localizó lo que puede verse en la foto de hoy: una bolsa de las famosas pipas Blas, un negocio que marcó la infancia y juventud de miles de malagueños y que cerró sus puertas definitivamente en 2010.

Pantano del Agujero.

Pantano del Agujero. / La Opinión

Gracias a la amabilidad del profesor e investigador Fernando Alonso y de Blas Palomo, nieto del fundador del negocio, podemos conocer la historia de esta bolsa.

Para empezar, nos da una pista el número de teléfono, pues como recuerda Fernando Alonso, fue a partir de 1965 que en Málaga comenzaron a funcionar los números con seis dígitos, un sistema que perduró hasta finales de los años 80, así que la bolsa debe de ser, para empezar, del periodo 1965-1990.

Blas Palomo concreta todavía más: el teléfono corresponde al tostadero que la empresa familiar tenía en la calle Reboul. Como informa el libro de Fernando ‘Comercios malagueños que dejaron huella’, en este rincón cerca de calle La Unión contaban desde la década de los 70 con tres naves en 2.500 m2 y allí se tostaban o freían todo tipo de frutos secos (pipas, kikos, garbanzos, palomitas, almendras, cacahuetes...).

La bolsa de pipas Blas, en el lecho del pantano, donde fue localizada.

La bolsa de pipas Blas, en el lecho del pantano, donde fue localizada. / La Opinión

Blas Palomo precisa además que, por el diseño de la bolsa, que luce tres líneas negras a cada lado, puede ser de mediados de los años 80.

Es decir, que esta voluntaria de Andalimpia localizó una bolsita de las famosas pipas Blas que algún despistado o desaprensivo dejó que terminara en el lecho del pantano hace 40 años, quizás antes de la entrada de España en la UE. 

La próxima vez que algún melón autóctono tire a las calles de Málaga el envoltorio de un caramelo, de una cajetilla de tabaco o una bolsa de gusanitos, debería saber que su imprudencia y falta de educación pueden durar muchas generaciones. La bolsita de pipas Blas es la prueba. 

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