Dani Lorenzo y Roberto valen mucho más que tres puntos (0-1)

Las victorias valen tres puntos, pero es incalculable lo que sumó el Málaga CF este domingo ante el Atleti B: fútbol, magia y triunfo. La fórmula para mirarle a la cara a la segunda plaza del Córdoba e insuflar una inyección de moral imprescindible para los partidos de las próximas semanas. Esto es el fútbol, ya con la mirada puesta en lo que viene, pero el gol de Roberto (0-1) bien puede valer mucho en el futuro. En el presente ya lo hace.

El Málaga CF estuvo muy cómodo desde el inicio. No había que ser doctor en táctica futbolística para saber que mucha culpa la tenía el regreso al centro del campo del trío Genaro-Manu Molina-Dani Lorenzo porque, a excepción de un par de acercamientos rivales muy desviados en el inicio, el equipo blanquiazul fue el dominador. No solo se sabía que era importante el partido, esta vez se demostró sobre el césped. Muy cerca estuvo Kevin de inaugurar el marcador hasta en dos ocasiones.

Gol de los magos

Eso sí, enfrente estaba el cuarto máximo goleador de la categoría. Bien podría haber puesto el 1-0 Diego Bri si un rechace sobre Nelson Monte hubiera ido algunos centímetros más a la izquierda. Sirvió para despertar y no hubo que esperar demasiado para reflejarlo también en el resultado. Un truco de magia de Dani Lorenzo puso en bandeja el hechizo para Roberto. Se cuentan con los dedos de una mano los futbolistas de Primera RFEF que podrían haber visto ese hueco. La suerte en Martiricos es que lo vio el '22' y el '19' no perdonó. 

Con el 0-1 todo fue más tranquilo. Intentó dar un paso más el filial rojiblanco, pero el Málaga CF estaba teniendo uno de sus días. La alternancia de Kevin, Lorenzo y Larrubia descolocó a la defensa rojiblanca por completo. Muy cerca se quedó Roberto de un segundo gol, aunque también el Atleti B gozó de oportunidades para ello. El Jebari buscó crear peligro, pero el descanso llegó con victoria blanquiazul. 

No hubo cambios en ninguno de los equipos y tampoco en el césped. Pudo haberlos en el marcador. Primero fue Larrubia, al que se le fue el remate por encima del larguero tras el centro de Gabilondo. Después hubo que suspirar porque si Diego Bri hubiera controlado ese balón, se habría quedado solo con Alfonso Herrero. Pero es que después llegó un cabezazo de Roberto, por encima de todos sus rivales, que obligó a una estirada de Gomis. 0-1 y de milagro. 

Paso atrás

Pellicer dio paso a los cambios con Sangalli y Avilés para sustituir a Genaro y Kevin. Efecto en ataque puede que no, pero si el Atleti B no celebró su primer tanto fue por cuestión de milímetros mediante Cala. También entró Moussa por Gabilondo. La mala noticia es que de poco sirvieron los cambios porque el Málaga CF dio varios pasos hacia atrás. Ni generó en ataque ni tampoco estuvo firme en defensa. El árbol se terminó de mover con Ramón y Dioni por Dani Lorenzo y Larrubia. 

Tal y como entró el delantero malagueño pudo haber marcado el segundo tanto y definitivo, pero el guardameta rojiblanco se volvió a hacer grande para echar el cerrojo. Un cerrojo que, por magia o divinidad, volvió a salvar a los blanquiazules porque Cala puso en peligro la victoria y no solo en una ocasión. Esta película ya se había visto muchas veces y el sufrimiento acabó siendo una tónica otra vez.

Con gente como Ramón, Manu Molina, Sangalli o Dioni, la posesión debería haber sido del 90% por lo menos y acabaron los de Martiricos sacando balones de su propia área. La caída y el suspiro de los jugadores malaguistas tras el pitido final bien reflejó lo que había costado sumar otros tres puntos al casillero. Nadie regala nada y hay que saborearlos porque así se afronta de otra forma la visita del Real Murcia el próximo domingo a La Rosaleda. ¡Y con la lucha por la segunda plaza más viva que nunca!