CROACIA 1 (4) - BRASIL 1 (2)

Croacia elimina a Brasil en los penaltis y cabalga hacia lo imposible

La selección balcánica llega a semifinales tras superar dos tandas, al igual que hizo hace cuatro años en Rusia | Gran decepción de la pentacampeona, a la que no le bastó con el récord goleador de Neymar

Resumen, goles y highlights del 1(4) - 1 (2) de los cuartos de final del Mundial de Qatar

MEDIAPRO

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

¿Dónde está la cámara oculta? Va siendo hora de que Croacia se lo confiese al mundo. O, mejor pensado, que no lo haga nunca. Que siga construyendo sin fin este relato de agonía y resistencia, de amor propio y goleadas al sentido común, con el que no deja de conquistar lo improbable, de cabalgar hacia lo imposible. Que cante, ría y baile, aunque a su costa deje torrentes de lágrimas procedentes de ojos vidriosos y enrojecidos. Esta vez fueron los de Neymar y su Brasil, derrocados por el mágico idilio que tiene la selección croata por los penaltis. Como hace cuatro años en Rusia, supera dos tandas de una tacada y se planta en las semifinales. Argentina y Países Bajos, sus dos posibles rivales, deberían empezar a asustarse cuanto antes.

Rusia y Dinamarca en 2018, Japón y Brasil (de momento) en 2022. Sin necesidad de una nueva actuación heroica de Livakovic (que sí estuvo culmen en la segunda parte), a quien le bastó con detenerle a Rodrygo el primer lanzamiento. El palo, en el cuarto disparo, obra de Marquinhos, fue el que puso el punto final a la participación de la pentacampeona en este Mundial, pues la experta Croacia no erró ni uno. La grandiosa favorita para la final de Lusail apeada dos rondas antes de lo que soñó, decepcionante su fútbol durante mucho tiempo, ausente esa "alegría" de Tite que le había traído en volandas hasta ahora.

No, no fue en el Education City la Brasil alegre y arrolladora que venía siendo en todo el Mundial. No, tampoco era la Croacia estoica y resistente que acostumbraba a ser. O no era solo eso, sino bastante más. Daba la sensación de que la 'Canarinha' llegaba ya a este partido con el pico de forma rebasado y que la vigente subcampeona lo hacía en crecimiento. El resultado final, aunque fuera en los penaltis, refrendó el pálpito inicial.

Líder Modric

El plan de Dalic en el partido era claro. Consistía, en resumidas cuentas, en conseguir la pelota y comenzar a moverla por el campo hasta lograr que los brasileños, poco acostumbrados a la faena, se cansaran de correr detrás de ella. El éxito del plan solo lo frustraba la dificultad que tenían varios de los croatas para encadenar pases acertados bajo presión, pese a sumar a Pasalic como cuarto centrocampista, en detrimento de un delantero. Modric, maestro del ramo, se intentaba ofrecer siempre, pero no llegaba a todas.

Así que los balcánicos no sacaron mucho partido a su propuesta antes del descanso, apenas un par de disparos poco peligrosos de ese diablo que responde al nombre de Ivan Perisic. Pero sí logró Croacia el más importante de sus cometidos, impedir el desenfreno futbolístico de una Brasil a la que le tiraba la sisa, desconectado el centro del campo de su poblada delantera.

Brasil crece

El problema del planteamiento croata era que su condición de oxidable con el avance de los minutos. Requiere de intensidad y concentración, atributos que el tiempo va desgastando, más tras haber disputado una prórroga ante Japón hace cuatro días. Así que, en la segunda parte, Brasil fue cogiendo vuelo por pura calidad individual de sus futbolistas.

Brasil - Croacia | El gol de Neymar

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Fue entonces cuando emergió de nuevo la figura de Livakovic, el héroe que detuvo tres penaltis a los nipones en la tanda de octavos. Esta vez brilló el portero del Dinamo de Zagreb durante el partido, deteniendo dos buenas ocasiones a Paquetá y otras dos a Neymar, que en ningún momento terminó de coger vuelo en el partido.

Se hizo necesaria la prórroga, donde las dos selecciones acabaron por quitarle el tapón a la bañera. Primero fue Neymar, igualando los 77 goles de Pelé con la camiseta 'verdeamarela' con una obra de maestra cincelada con la ayuda, a través de sendas paredes consecutivas con Rodrygo y Paquetá. Toda la novela parecía ya escrita, pero en el 116 Petkovic levantó la mano para escribir su capítulo, con un remate en el interior del área que golpeó en Marquinhos, confundiendo a Alisson.

Solo sumaban un gol cada uno camino de los penaltis, pero en el zurrón de Croacia había mucho más que en el de Brasil. Había experiencia, había confianza, había fe, había un billete a semifinales. Ninguno de los croatas parpadeó siquiera al disparar hacia Alisson. Los brasileños sí lo hicieron. Y su castigo fue la eliminación, alargando cuatro años más una insoportable sequía que en 2026 durará ya 24 años, igualando el periodo más largo de su historia (1970-94) sin levantar un Mundial. No es su momento. Es el de Croacia. Que baile.