Muere el guarda de una finca de Gaucín por un disparo accidental de un cazador
El presunto autor, que se encuentra en libertad con cargos, está imputado por homicidio imprudente
El municipio de Gaucín se encuentra conmocionado desde la noche del pasado lunes por el fallecimiento de D. O. N., un hombre de 66 años de edad que realizaba las tareas de mantenimiento desde hacía muchos años en la finca Las Limas, ubicada a unos cuatro kilómetros de la localidad, en la carretera que conecta Gaucín con Manilva.
Un cúmulo de despropósitos provocaron un suceso que los gaucineños tardarán tiempo en olvidar y que culminó con la muerte de un hombre muy apreciado por sus convecinos.
Los hechos se produjeron alrededor de las ocho y media de la tarde, cuando tres hombres accedieron a la finca para cazar cerdos asilvestrados con la autorización de los propietarios. Una práctica habitual en el Valle del Genal debido a los daños que esta especie, cerdos hibridados con jabalíes, suele provocar en los cultivos y zonas agrícolas.
La diferencia es que esta vez los cazadores entraron por un acceso que no era el habitual. «Uno de ellos comprobó cómo a unos cincuenta metros de distancia se movieron unas matas y abrió fuego pensando que se trataba de un animal», explicó a La Opinión de Málaga el alcalde del municipio, Pedro Godino. Un error que acabó fulminantemente con la vida de D. O. N., que desafortunadamente era quien se encontraba detrás.
«La gente en Gaucín está muy preocupada y totalmente conmocionada. Hay dos familias destrozadas y este suceso ha supuesto un golpe bastante importante para todos», señaló el regidor del municipio, visiblemente contrariado también porque «algunos medios no han contrastado sus fuentes y han publicado que fue el propio hombre el que se disparó, algo que es totalmente incierto».
El levantamiento del cadáver se produjo en torno a las dos de la madrugada y la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación del suceso, que dirige el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Ronda.
Al presunto autor del disparo, J. M. C. N., de 35 años de edad y jardinero municipal de profesión, se le acusa de un presunto delito de homicidio imprudente y actualmente se encuentra en libertad con cargos.
Los propietarios de la finca privada donde se produjeron los hechos habían recurrido en varias ocasiones a esta práctica para tratar de poner freno a los frecuentes daños causados por los cerdos asilvestrados.
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