La Sierra de las Nieves está a punto de ser declarada Parque Nacional, tras más de 80 años de trabajo. De esta manera, se convertirá en el espacio de Málaga con mayor protección medioambiental, con el pinsapo como principal estrella.

Una vez se apruebe la ley, la zona recibirá una partida presupuestaria para la gestión, manejo, conservación e investigación. Además, se crearán y mejorarán los miradores actuales y la señalización, centros de visitantes, centros de interpretación, aulas etnográficas, infraestructuras, habrá más guardias forestales, guías medioambientales, senderos para personas con minusvalías... acciones que se traducirán en puestos de trabajo.

Es previsible que la declaración de Parque Nacional traiga a esta comarca a turistas interesados en conocer las particularidades de la zona y como consecuencia se creen nuevos comercios relacionados con el turismo rural, lo que conllevará la creación y consolidación de puestos de trabajo.

Mientras llega la declaración, se han creado algunas empresas de guías medioambientales que se han adelantado a la demanda que tendrán cuando la zona cambie de estatus.

En El Burgo, el albergue La Rejertilla ofrece rutas a caballo y deportes de aventura. En Tolox, la empresa Aventura Sierra de las Nieves realiza rutas con bicicleta de montaña, espeleología y escaladas. El camping Sierra de las Nieves, en Yunquera, organiza actividades en la naturaleza como barranquismo, rutas en 4x4 y caídas en tirolina. En Alozaina, Abeto del Sur una empresa unipersonal creada por José Chaves, enseña las peculiaridades de la Sierra y los pueblos.

José Chaves decidió llevar a sus alumnos durante una escuela taller de jardinería y agricultura ecológica a conocer las plantas en su medio natural para que entendiesen las condiciones que necesitaban cada una para desarrollarse.

«Hicimos un taller de repoblación con plantas y árboles autóctonos. Y ahí entendí que podría dedicarme a enseñar la maravillosa flora y fauna de la zona y además la gastronomía, historia, curiosidades, anécdotas así como costumbres o tradiciones de una forma divertida y didáctica». Es esta manera de enseñar la zona la que lo hace distinto de otros guías de ecoturismo.

Rutas

Este pechero pertenece a la red de guías de turismo experimental de la provincia de Málaga Cicerones Rurales, un proyecto de la Diputación destinado a jóvenes de municipios de menos de 20.000 habitantes cuyo objetivo es resaltar los valores del territorio a través de experiencias turísticas en varias zonas de la provincia.

Como explica, Chaves ofrece varias rutas por la Sierra de las Nieves «en las que nos adentramos en un bosque de pinsapos que nos lleva hasta el Tajo de la Caína, otra que lleva al Puerto del Saucillo y versa sobre el pinsapo candelabro, nombre que este abeto recibe por su forma siendo unos de los árboles más singulares». Además, cuenta con una ruta etnobotánica y otra etnográfica llamada de la cal, que ofrece la visita en la Sierra de Alozaina de antiguas caleras en las que en otros tiempos se transformaba la piedra caliza en cal para encalar, y así dar color y desinfectar las casas tanto dentro como en la fachada.

En sus caminatas José lleva a sus grupos a los refugios que crearon con piedra los fugitivos de la Guerra Civil y a los corrales en plena sierra fabricados de piedra en los que los ganaderos recogían al ganado en el ocaso del día.

Uno de los paseos más atractivos y demandados, y que además es su favorito, es la ruta Aloreña Olitour, pensada para todo el año y que permite ver olivos cargados de siglos, sus cuidados o maneras de injertar. Además, se explican los tipos de aceituna y de aceites, las propiedades y hay espacio para la gastronomía.

En tiempos de cosecha, entre septiembre y noviembre, el visitante puede conocer el sistema de recolección de la aceituna verde, el ordeño, y completarlo con una visita a las cooperativas olivareras. En este itinerario se da a conocer «toda la cultura, tradición, historia y la relación tan estrecha que tienen el olivo, la gastronomía y la vida mis vecinos», para acabar con un taller de aliño de aceituna aloreña de Alozaina que después los participantes pueden llevarse a casa.

Las rutas están diseñadas para todas las edades y condiciones físicas pues están trazadas para el disfrute, la enseñanza y «el relax de aquellas personas que quieran desconectar y purificarse con la cultura y la contemplación de paisajes únicos de esta comarca», explica José Chaves.

En estas rutas por la Sierra de las Nieves también se intenta concienciar al visitante de la importancia de conservar y respetar el ecosistema y por eso da a conocer «las labores que hacían nuestros abuelos para cuidar la tierra beneficiándose de ella pero sin alterar absolutamente nada, y además agasajo con pan de higo a las personas que me contratan, un dulce natural muy típico de mi pueblo», destaca.

El público que elige este guía suelen ser turistas deseosos de ampliar conocimientos y descubrir nuevos espacios con un porcentaje muy similar de extranjeros y locales «y muchos de ellos repiten».