Sin evidencias de la fosa común en el cementerio de Antequera

Han localizado 92 enterramientos individuales, sin signos aparentes de violencia

Zona excavada en el cementerio de Antequera. | L.O.

Zona excavada en el cementerio de Antequera. | L.O. / amanda pinto. antequera

Amanda Pinto

El verano pasado comenzaron, conforme a lo establecido en la ley de Memoria Democrática, las excavaciones encargadas por el Ayuntamiento de Antequera para localizar las fosas comunes en las que se habrían enterrado a fusilados durante la Guerra Civil española o la represión de la posguerra.

Sin embargo, el informe presentado por el equipo técnico que se ha encargado de llevar a cabo la investigación y la excavación arqueológica ha concluido sin resultados positivos.

«La intervención sobre el terreno resulta clave para la identificación de pruebas que demuestren la violencia ejercida sobre las víctimas, las tareas posteriores de análisis del material y de los restos pueden confirmar este trato aplicado a estas personas a las que no se les concede respeto en la muerte. En nuestro caso no hemos encontrado este tipo de muestras violentas en los cuerpos estudiados», ha confirmado la empresa local Aratispi Patrimonio, SL, encargada de dirigir las excavaciones.

En la zona de actuación delimitada se han excavado 92 enterramientos en el mismo espacio, ocupado en su mayoría por distintos enterramientos individuales y osarios.

La intervención sobre el terreno resulta clave para la identificación de pruebas que demuestren la violencia ejercida sobre las víctimas. «En nuestro caso no hemos encontrado este tipo de muestras violentas en los cuerpos estudiados», indican.

Además, pese a lo que acreditan las fuentes documentales, tampoco se han hallado enterramientos comunes en el interior del cementerio de Antequera, pudiéndose deber a varios factores como las posibles construcciones de pabellones de nichos sobre estos enterramientos, desmantelamientos de los restos óseos en su estado primario o incluso la posibilidad del traslado de restos óseos al Valle de Cuelgamuros, como fue el caso de otros puntos de la provincia malagueña.

«Como conclusión, tras el desarrollo de los trabajos de excavación podemos confirmar que los cuerpos estudiados pertenecen a distintos períodos o momentos temporales. Se trata de depósitos individuales en féretros, se presentaban como enterramientos primarios con relaciones de anterioridad y posterioridad, pero que en ningún momento se interrumpían, desplazaban o rompían, salvo por la intrusión y afección de enterramientos secundarios u osarios que también hemos podido documentar», se ha detallado en el informe llevado a cabo por los investigadores.

Ante esta situación, los responsables de las excavaciones sugieren, como medidas preventivas, controles arqueológicos cuando se realicen movimientos de tierra en el subsuelo del cementerio municipal de Antequera.