'Petry Boy tiene un violín', por Francisco García Castro

Cada día que pasa, la sensación aumenta. Sí. Tengo, y creo no estar solo, cierto reparo, podemos hablar incluso de autocensura, a la hora de escribir. Y duele. Eso duele, y no ha farmacia alguna que albergue remedio. Saben, un chico subió a un tren con un estuche en el que llevaba un violín. En cada parada de estación, la policía le obliga a abrir el estuche. Buscaban a Petry Boy Floyd. Un proscrito que también viajaba con un estuche de violín. Tengo la sensación de que en poco tiempo, ni siquiera proscritos. Nadie viajará con estuche de violín. Será entonces, el final del ritmo expresivo. De la gran melodía. Está sucediendo, y duele.