'Cataluña y la entropía', por Amadeu Palliser Cifuentes

Tenemos un entorno negativo: la insensibilidad con los emigrantes, los intereses para no afrontar el cambio climático, la morbosidad informativa ante el coronavirus, un entorno español aberrante: comisiones ilegales de la monarquía «inviolable», injusta dictadura judicial partidista, obviando los delitos de la JEC, de Jusapol ante el Congreso e insultando a L. Borrás, los funcionarios penitenciarios de Navalcarnero (J. Rull), etc. Pero la fiscalía sólo actúa de oficio ante el «problema» catalán; y el gobierno español «progresista», dicen ellos, calla, no sea que el estado profundo, con el rey a la cabeza, se molesten. Y aquí, los diferentes partidos sólo calculan los próximos beneficios electorales, lastimoso.

Está claro que nos quedan pocas opciones: ir al psicólogo para paliar la depresión; quedarse en el sofá y ver la tele (ahora incluso TV3 está perdiendo la objetividad); seguir movilizados, una minoría testimonial, pero sin ilusión ni esperanza; enviar cartas a periódicos, con escaso éxito. En definitiva, un panorama negro y triste. Vaya futuro que dejamos a nuestros nietos, pues la entropía, el desorden, siguen implacables.

Estepona