Opinión | EN REDES

Enrique Benítez

La cara oculta de las plataformas educativas

Un reputado observatorio internacional ha investigado las protecciones de privacidad de 164 plataformas educativas utilizadas durante la pandemia en 49 países, entre ellos España. Las conclusiones invitan a la reflexión. El 89% de estas herramientas (EdTech) recopilaba sin consentimiento datos de los niños para venderlos a terceros, sobre todo a compañías de publicidad online. De esta manera, según concluye el informe de Human Rights Watch, los estudiantes de medio mundo se convertían en el producto, siguiendo la máxima de la economía digital que afirma que, cuando algo es gratis, el producto eres tú (tus datos, tu privacidad, tu intimidad).

Este tráfico de datos obtenidos sin respetar las normas y sin consentimiento es una actividad muy lucrativa. Gracias a estas recopilaciones, las compañías dedicadas a la publicidad online podían saber los hábitos de los chicos, dónde vivían, qué dispositivos podían permitirse. Un verdadero tesoro para las empresas de publicidad segmentada y de publicidad basada en el comportamiento, y todo ello en un período en el que los chavales pueden ser fácilmente manipulables, según destaca el informe comentado.

Las empresas que han comercializado estas herramientas educativas han negado la evidencia. Tampoco los terceros involucrados, las empresas de publicidad, han reconocido haber estado recibiendo datos de menores. Pero la metodología del estudio, realizado en 2021, no deja lugar a dudas. Y en ausencia de regulación, de multas o sanciones, sólo queda confiar en que no se cometan abusos, como si los códigos éticos y de conducta fuesen relevantes en la economía digital que nos envuelve.

El informe recomienda a las autoridades, a las EdTech y a las empresas de publicidad algunas obviedades, como la realización de auditorías de privacidad a estas herramientas, o el borrado inmediato de los datos recopilados de menores. Cuando las empresas implicadas niegan la evidencia, y las autoridades reconocen su incapacidad para vigilar el cumplimiento de la normativa de protección de datos, ancha es Castilla, que diría el castizo. Dan Cohen, geógrafo especializado en dinámicas de educación pública, ha publicado varias investigaciones sobre el interés de los inversores en extraer el máximo rendimiento de la mercantilización de la educación pública y la destrucción de los vínculos entre los estudiantes, sus centros de enseñanza y sus comunidades. El negocio manda, también en la educación digital.