En corto

Insultadores

Pedro de Silva

Pedro de Silva

Al parecer la prohibición de acceso a determinada red de un centenar de insultadores habituales ha mejorado sensiblemente el clima entre los usuarios. ¿Tan difícil era preverlo? Las redes son hoy lo más parecido a la plaza pública y todos sabemos qué pasa en una plaza pública cuando un energúmeno se pone a insultar a alguien o simplemente a dar grandes voces. Esas alteraciones del orden público alarman, ofenden a todos aunque no haya un ofendido concreto, inquietan nuestra paz. Pero no solo hay insultadores en las redes, también en las páginas de los periódicos, amparados supuestamente en la libertad de expresión. El insultador renuncia al argumento, la ironía y el sarcasmo, optando por la vejación directa en su afán de atraer la atención del lector. Sabe que siempre hay una audiencia, por menguada y ruin que sea, para los insultos. Temo que en esta campaña proliferen.

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