EL MUNDO POR DENTRO

Ocasión para la paz

El presidente ruso, Vladimir Putin.

El presidente ruso, Vladimir Putin.

Antonio Balibrea

Antonio Balibrea

El presidente de Rusia Vladimir Putin afirmó la semana pasada, ante los líderes africanos en San Petersburgo, según revela la BBC que su gobierno está preparado para negociar un acuerdo de paz que pondría fin a la guerra de Ucrania. El fin de la invasión rusa del país vecino, sin embargo, «pasaría sí o sí por la cesión por parte de Kiev del 20% del territorio» que actualmente mantiene ocupado el ejército ruso. Eso viene a ser aproximadamente la extensión de Crimea. El secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, había dicho que cuando se trata de poner fin a la guerra, «dónde se establece exactamente esto y bajo qué condiciones y cuándo eso queda por determinar». Esa es la condición de Rusia. mientras Ucrania pretende recuperar todo su territorio incluido Crimea- que siempre fue rusa hasta que se la regaló Kruschev- y el Donbass. Es la ocasión de empezar a negociar.

Hace un año tras la invasión rusa, la OTAN apoyó en bloque al gobierno de Volodymyr Zelensky con armas ultramodernas que pararon los blindados rusos, artillería, y lanzacohetes, que evitaron la ocupación de Kiev. El apoyo inicial tenía un alcance defensivo, e incluso se limitó que la artillería cohetes y drones no pudieran alcanzar el territorio ruso. Los rusos optaron por atrincherarse en los territorios ocupados del Sur y Este de Ucrania, con barreras y trampas antitanque y el minado de las líneas del frente, especialmente donde se podía prever un ataque de Ucrania. Rusia castigaba las victorias ucranianas con ataques a las ciudades incluso con misiles supersónicos difíciles de parar, para las defensas antiaéreas locales, de ahí que las tropas de Zelensky reclamen las baterías antimisiles más modernas de Estados Unidos, y la aviación más moderna como son los F-16, que Polonia posee. El invierno y la ruptura de la presa de Nova Kayovka en el río Dnieper frenaron la contraofensiva ucraniana. Ucrania pretende dividir la zona ocupada de los rusos entre la zona oriental de una parte; y Crimea y el Donbass en el sur, de otra. Mientras utilizan las defensas antiaéreas y los misiles proporcionados por la OTAN, para defenderse en su propio territorio, están empezando atacar en territorio ruso y en Crimea lo que es un factor nuevo en la guerra. Los rusos hasta ahora se han permitido ignorar la existencia de la guerra, pero ya no pueden hacerlo cuando en Moscú caen drones casi a diario al igual que atacan el puente de Kersch que une Crimea con Rusia. La alarma creada provoca una sensación de vulnerabilidad en la población de la Federación Rusa, y más si tenemos en cuenta que los drones los fabrican los propios ucranianos, y con inteligencia artificial para dirigirse a sus objetivos a pesar de las interferencias de las defensas rusas, según ha publicado la prensa norteamericana.

«A medida que se intensifica la contraofensiva de Ucrania, Washington contiene la respiración», este era el titular del Washington Post. El avance en el Donbass y los bombardeos sobre Crimea y Moscú cambian la situación de los protagonistas ante una futura mesa de negociaciones. La guerra puede ganarla Rusia dado que su ejército es mucho más poderoso y tiene armas nucleares; o puede ganarla Ucrania lo que no resulta creíble; lo más probable es la firma de un armisticio dada la mediación de China, el Vaticano, Brasil, Arabia Saudí o Indonesia. La OTAN y otros líderes prooccidentales respaldan a Ucrania como parte de la batalla para defender las democracias y el estado de derecho internacional contra la agresión de Rusia. «Le pedí a la gente que imaginara lo que sucedería si no estuviéramos apoyando a Ucrania» dijo Biden y lanzó una pregunta retórica: «¿Creemos que Rusia se detendría en Kiev?». Ucrania quiere recuperar todo su territorio ocupado incluida Crimea y la región oriental del Donbass pero Europa lo que quiere es la paz en Eurasia imprescindible para garantizar la prosperidad económica y el crecimiento y evitar la sangría de la guerra y el aumento del gasto militar. El apoyo a Ucrania «durante el tiempo que sea necesario» como dijo el secretario norteamericano de Defensa, Austin, significa diferentes cosas para los gobiernos europeos y norteamericano. Ucrania quiere entrar en la OTAN, y también en la Unión Europea. En la OTAN su ingreso es imposible mientras haya guerra, y en la Unión Europea requiere una situación de paz previa y un proceso de homologación económica y de las instituciones democráticas. Puede ser la ocasión para la paz.

Suscríbete para seguir leyendo