LA SEÑAL

Cinco lobitos

Vicente Almenara

Vicente Almenara

Es conocido que los habitantes de Sodoma y Gomorra son descritos en la Biblia como grandes pecadores contra Dios. Abraham intercedió repetidas veces por el pueblo sodomita, y Dios, al final de estas intercesiones, le respondió que si hubiera en Sodoma diez justos no sería destruida. Pero sabemos el final y la ciudad pereció por fuego y azufre. En Málaga, en Estepona concretamente, David Valadez se ha dado de baja de su partido a causa de la amnistía. Encontrar otros casos es tarea ardua, aunque la Fuerza nos acompañe, como en Star Wars.

Después está ahí, para confirmarnos lo que ya sabíamos, ese actor de reparto que se extralimita siempre que puede y que, por eso mismo, le vuelven a contratar: Marlasca es flexible, como una porra de guardia, lo mismo manda a su Policía a reprimir manifestaciones que a detener a las señoras que rezan el rosario cerca de Ferraz. Ahora, está entretenido con unas extrañas balizas, mañana da miedo pensar qué descubriremos. Y es que todo se muda, Pepe Bornoy ya no está, Manuel Azuaga se marcha y nunca escribirá las memorias de sus relaciones con Medel, y Danza Invisible se despide de todos nosotros y cae el telón. Bueno, y Tomás Olivo se hace el sexto español más rico, lo que es ya objeto de estudio.

En Europa, no nos andan a la zaga y ocultan la nacionalidad de los autores de las agresiones en Dublín, que hasta han provocado disturbios, harta la gente de estar harta, y en Francia lo mismo… Solzhenitsyn escribió que sabemos que nos mienten, ellos saben que mienten, ellos saben que sabremos que nos mienten, sabemos que ellos saben que sabemos que nos mienten y, sin embargo, siguen mintiendo. Siempre de rabiosa actualidad el pedagogo del Gulag soviético, aunque no les guste a los comunistas del Gobierno, cinco lobitos tiene la loba, cinco lobitos detrás de la cola…

Pero siempre tenemos que estar alertas -de nuevo en Estepona-, por eso detienen a dos hermanos del Estado Islámico. Lo que lleva en línea directa hasta los periodistas gazatíes, sin libertad gracias a Hamás y con sus vidas en grave riesgo si osaran, que no osan, escribir contra la secta que les gobierna. Esta es una de esas historias que incomodan a los antisemitas y que, para confundir, se dicen antisionistas, que queda más guay. Claro, que el Inefable quiere el derecho internacional para Gaza, pero no para el Sahara, no vaya a molestarse el Amir al-muminin. Eso sí, los terroristas son muy considerados y Hamás agradece a Narciso su «audacia» y alaba que quiera reconocer un Estado que no existe, incluso de forma unilateral, sin la UE, y eso que ahí está Borrell para echarle una mano en los mimos a la organización de El Invitado -Mohamed al-Deif-, que se suma a Bildu, ERC, Junts y tantos otros playmobiles del club de fans. Otros piden la vez, como ese joven de veintidós años que apuñala a su madre por la espalda en Benajarafe, no vaya a ser que de frente se le queden grabados los ojos de quien le trajo al mundo. Un viejo refrán reza que si los viejos pudieran y los jóvenes supieran…

El caso es que Espadas se va de portavoz al Senado, será que aquí tiene poco que hacer y quiere echar una mano en la Villa y Corte, que es un modo de parecer importante. Nunca entendí que un hombre tuviera más de un cargo, como si sus días contaran con más de veinticuatro horas y los nuestros se encogieran en justa correspondencia cuántica. El problema de Bendodo es otro. Ahora tiene que explicar que no ha perdido poder, que lo ha ganado, y esas nuevas ucronías que nunca convencen al personal, cada día más escéptico de la política al uso, y con razón. Y es que muchos ciudadanos, pero todavía también pocos, han descubierto que no llueve lo que debería y, sin embargo, las cloacas del Estado están al máximo de su caudal, ¿cómo es posible eso?, ¿hasta dónde le llegan las aguas al Estado de Derecho?, ¿asoma todavía la cabeza? Los anestesistas políticos y otros contratistas del relato tratan de explicarlo. Jorge Luis Borges lo dijo mejor que nadie:

Debo fingir las armas y la pira

de la epopeya y los pesados mares

que roen de la tierra los pilares.

Debo fingir que hay otros. Es mentira.

Sólo tú eres. Tú, mi desventura

y mi ventura, inagotable y pura.