En corto

¿Noches de paz?

Pedro de Silva

Pedro de Silva

La pregunta de si es posible disfrutar de paz viviendo entre dos guerras, que sufren sobre todo en su carne quienes menos las buscaron, debería no obstante tener respuesta afirmativa. Nadie debe lamentarse de disfrutar la paz: al revés, al gozarla en esas circunstancias estaremos subiendo su valor y alzando algo los diques para contener la guerra, una amenaza que parece lejana hasta que llega. Conviene, sin embargo, que quienes puedan hacerlo festejen la paz sin alejar del todo el ruido y los dolores de las guerras, dándoles una presencia. Qué sé yo, un recuerdo de quienes en estos días la sufren que salga de la mente y tome cuerpo en palabras, un breve comentario al respecto sobre el escenario navideño del mantel, un brindis por la paz, algo. No solo por decencia, es también por salud: encerrados del todo en nuestra paz, insonorizados de las bombas, la irrealidad puede asfixiarnos.

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