Zona Press

Amistad y siglo XXI

Francis Tomé

Francis Tomé

No sabes la ilusión que me hizo cuando creaste el grupo de Whatsapp. Volver a saber de todos vosotros, todos aquellos que formasteis parte de mi vida cuando era un niño y empezó para mí ese privilegio que fue pertenecer al siglo XXI, donde se daban cita los mejores jugadores jóvenes de España, dirigidos y cuidados por un grupo de personas maravillosas que me marcaron de por vida.

Pero además de saber de nuevo de vosotros, lo que más ilusión me hizo fue formar parte de ese grupo de Whatsapp donde estabais todos, que tú decidieras que yo debía estar en ese grupo. Hiciste nuevamente que me sintiera un privilegiado, como cuando era un niño y fui por primera vez a Guadalajara con vosotros.

No te engaño, pensé que la finalidad de crear ese grupo no era sólo la de saber qué pasaba en la vida de todos, cómo le iba a unos y otros. Soñé que el objetivo de ese grupo era volver a juntarnos. Hasta me ilusioné porque este verano nos viéramos donde fuera y compartir unas horas con todos los compañeros de aquella maravillosa etapa de mi vida, de aquellas navidades, Semanas Santas y veranos. Os visualicé a todos en esa futura comida. Verte de nuevo. Y a Piti, Joan, Xavi, Charly, Chus, Mundina… ¡A todos! Os ponía la misma cara de aquel entonces, aunque todos hemos cambiado y todos somos más viejos. Seguro que no iba a parar de reír en esa cita cuando empezáramos a contar las anécdotas de aquella época. Me imagino la cara de Chueca contando historietas y riéndose a la vez y ya me sale una sonrisa. Es que no sabes cómo disfruté aquellos años.

Cuando Piti nos contó hace unos días el motivo real de por qué creaste el grupo me dio un vuelco el corazón. Fue un palo. Querías despedirte de todos porque te ibas y lo hacías a tu manera, sin decir nada, sacándonos una sonrisa y haciéndonos sentir los mejores del mundo por formar parte de ese conjunto de personas increíbles seleccionadas por ti para formar parte de ese grupo de Whatsapp.

Una vez más demostraste con ese gesto que eres una persona genial, distinta. Eres de esa gente que deja huella, que te hace ser mejor. Tú no sabes lo mucho que aprendí de ti. No sabes la de veces que me he acordado de ti cuando he tenido a mi cargo a personas. Siempre he tenido presente el talante con el que tú nos dirigías, siendo uno más, estando a la misma altura del último que llegaba, cómo transmitías las cosas, cómo nos hacías sentir los mejores. ¡Y cómo nos hacías reír!

Jamás se me olvidará aquella primera vez, aquella Semana Santa. Era mi primera experiencia en el siglo XXI y tú eras el responsable de aquel grupo de trabajo. Recuerdo romperme la cabeza intentando cuadrar las cuentas de toda la semana y no era capaz. Era el último día y, por más veces que las repetía una y otra vez, era incapaz de cuadrar los números. Nervioso y muerto de miedo fui a buscarte para decírtelo, que no iba a poder presentar las cuentas cerradas. Y allí estabas tú quitándole importancia. Te sentaste conmigo y ahí te pusiste a ayudarme a encontrar el error. No me dejaste sólo. Hasta que no cerramos las cuentas encontrando el descuadre no me dejaste. Sin perder los nervios, sin un mal gesto por hacerte perder el tiempo de estar con los demás o con los chicos. Así liderabas tú, por eso eras un fuera de serie.

Josean, quiero pedirte perdón. Perdón porque todo esto te lo tenía que haber dicho antes, y cara a cara. O por lo menos en una llamada de teléfono. Que tú supieras de mi boca lo grande que eras, lo que calaste en nosotros y el enorme recuerdo que dejaste en nuestra memoria. No tengo ni idea dónde van los que se nos marchan como tú te has ido. No sé si existe el cielo y tú estarás allí. Lo que sí te garantizo es que estás en todos nuestros corazones y ahí permanecerás de por vida.

Pero no quiero que leer esto sea triste porque estoy seguro que tú no deseas eso tampoco. Ahora más que nunca tiene sentido soñar despierto con esa reunión de todos en Guadalajara o donde sea. Ahora sí tenemos que organizar ese reencuentro. Tenemos que hacerlo por ti, para que volvamos a reírnos juntos recordando tantas vivencias de aquellos tiempos. Ahora ese grupo de Whatsapp que creaste para despedirte a tu manera tiene la obligación de citarse este verano y hacerlo por tu memoria. Sé, sabemos, que eso es lo que tú querrías y alguien tan genial como tú es lo que merece, que nos juntemos en una comida para recordarte entre risas brindando todos a tu salud.

¡Por Josean, un tío genial! Va por ti, amigo. Descansa en paz.

Suscríbete para seguir leyendo