Notas de domingo

Goleada

Entrega  de los Premios anuales de la Asociación de la Prensa de Málaga.

Entrega de los Premios anuales de la Asociación de la Prensa de Málaga. / L. O.

Jose María de Loma

Jose María de Loma

Lunes. Hay un sindicato de mantecados de limón. Siempre se rechazan, siempre se quedan los últimos en la caja. Ahora, unidos en el despecho, olvidados y ya, hoy, casi febrero, claman contra los de canela y chocolate y llaman a la revolución. Que no será en Navidad.

Martes. Me engolfo en la madrugada con Poquita fe, que en algunos sitios viene como Paquita fe, serie protagonizada por Raúl Cimas y Esperanza Pedreño. Dos pasmados, capítulos cortos, momentos surrealistas, la cotidianeidad sometida a cruel escrutinio. Humor. Los personajes hacen apartes para hablarle a la cámara, al espectador. Se desengrasa uno así del día. Finalmente caigo dormido. Sueño que soy subsecretario de Agricultura. Pesca y Alimentación.

Miércoles. Me echo a caminar con el propósito de andar tres o cuatro mil pasos antes de internarme en la redacción. Al rato paso por la librería Proteo y la tentación de entrar a curiosear me puede. Entro. Veo a Jesús Otaola, el alma del negocio, está hablando por teléfono y diciéndole a alguien que en los últimos tiempos han cerrado diez librerías en Sevilla. El dato me deja un poco helado y hasta tristón, así que me voy al ángulo de la poesía y curioseo lo último de Luis Alberto de Cuenca, ‘El secreto del mago’ (Visor). Hago un recuento mental de las librerías que hay en mi ciudad y dando unos pasos voy a dar con ‘Danton’ (UMA editorial), del profesor Fernando Arcas. Interesantísimo. Es la biografía de Pedro Armasa Briales (1893-1957), profesor, abogado y político, dirigente en Málaga del partido de Lerroux, que se vio entre dos fuegos y tuvo que exiliarse en el 36. Otaola sigue hablando, parece una entrevista, no quiero molestarlo y opto por no saludarlo. Salgo a la calle y trato de recuperar el trote aunque lo que me apetece es un café. No, no hay tantos sitios decentes en el Centro para tomarlo. Me abrocho la cremallera, que la tenía bajada, tal vez desde que salí de casa. La del abrigo.

Jueves. Premios anuales de la Asociación de la Prensa de Málaga. Montse Martínez, sólida, rigurosa, vocacional, treinta años haciendo tribunales y sucesos en EFE. Juan de Dios Mellado, referente periodístico, redactor jefe de Sol de España, director de Diario 16 Málaga y mil cosas más, batallador, defensor de las libertades y de la profesión. También se premia por su labor en alfabetización mediática a los ayuntamientos de Alhaurín el Grande, Torremolinos, Málaga y Estepona. Masiva afluencia. Acto sobrio, elegante, exitoso. Lo conducen Rebeca García Miña y la presidenta de la Asociación, Elena Blanco. Un placer ver y cervecear (en el auditorio de Cervezas Victoria) con tantos y tantos compañeros, cada uno con sus cuitas y avatares, afanes, éxitos y tropezones, peripecias. La canalla unida. Nos vemos poco. De entre tantos y tantos abrazos entresaco dos; de los periodistas en activo más veteranos de la provincia, que me honran con su amistad: José Luis Yagüe y Guillermo Jiménez Smerdou. Noventa y noventa y tantos años. Con almas de jóvenes reporteros.

Viernes. Va uno de padre de futbolista por esos campos de Dios animando, portando la botella de agua, dando ánimos, celebrando goles, haciendo de chófer y de masajista a ratos, de coaching y de suministrador de merienda. La victoria de hoy es amplia. Yo nunca fui bueno jugando al fútbol, más bien torpísimo. Volvemos andando a casa. La tarde está fría pero es alegre. Goleando se vive mejor.