Mercado de valores

Mercados altos, no cansados

Tras un gran ejercicio bursátil en 2023, este 2024 ha registrado también un buen comienzo. Hay que estar vigilantes a cuando lleguen las pistas de agotamiento, aunque aún nos las hay

Un operador mira los monitores de cotizaciones en la Bolsa de Nueva York.

Un operador mira los monitores de cotizaciones en la Bolsa de Nueva York. / Efe

Feliciano Macías

Feliciano Macías

Tras el ejercicio de 2022, que registró fuertes bajadas en los mercados por el estallido de la Guerra en Ucrania y por la grave inflación vivida en Europa y Estados Unidos (factor éste último que llevó tanto al Banco Central Europeo y a la Reserva Federal americana a subir tipos los tipos de interés) tuvimos un 2023 de recuperación. La tendencia continúa de momento en este 2024 con un Nasdaq 100 que ha subido un 50%, desde sus mínimos en octubre de 2022 en 12.000 puntos a los 18.000 puntos de esta misma semana.

¿Es mucha subida? La respuesta está en las cotizadas; ganan más dinero y están suben impulsando los índices al alza. El mundo avanza, el mundo cambia y las empresas ganan más. Hay empresas que no existían o no cotizaban hace 20 o 30 años, y hoy son líderes mundiales. Y además, hay otro factor: no es que el mundo avance, el mundo para las empresas es más grande. En la famosa burbuja de las 'puntocom' éramos 6.000 millones de personas; en 2012, con otra crisis en este caso financiera, la población mundial ya alcanzaba los 7.000 millones; y ahora somos ya 8.000 millones. Las grandes cifras macro pueden estar peor (más endeudamiento de los países), pero las empresas tienen un 33% más de potenciales clientes, y cuando vendes el doble, no ganas el doble, ganas mucho más.

Otra cuestión es que tanto las empresas como los mercados suban más que sus beneficios e incluso más que sus expectativas futuras, porque entonces empieza a estar caro y aumenta el riesgo de las inversiones.

Hay quien para ver si las subidas han ido demasiado lejos utiliza indicadores técnicos en los gráficos. Uno de los más utilizados y no por ellos menos efectivo es el RSI, que son las siglas en inglés de Relative Strength Index. Como su propio nombre indica, el RSI mide el impulso de los cambios en el precio de un activo para evaluar si el precio de dicho activo está sobrevendido o sobrecomprado. Su valor se sitúa entre 0 y 100, por lo que se representa gráficamente mediante una línea continua que se mueve dentro de ese intervalo. El RSI fue creado por J. Welles Wilder en 1978, habiéndose popularizado y extendido su utilización desde entonces.

El RSI proporciona una medida de que tan bien se está comportando el precio de un activo frente a sí mismo y oscila su valor entre 0 y 100. Esto se traduce, a efectos prácticos, en medir si un activo está sobrevalorado o infravalorado. Una lectura del RSI por encima de 70 se considera indicativa de que un activo está sobre comprado o sobrevalorado. Por tanto, un RSI por encima de 70 estaría adelantando un posible movimiento correctivo del precio, pero no definitivo. Por el contrario, una lectura del RSI por debajo de 30 indica que un activo está sobrevendido o infravalorado, por lo que un RSI en este nivel podría anticipar una reacción alcista del precio.

Pantallas de Bolsas y Mercados Españoles (BME), a 9 de febrero de 2024, en Madrid (España).

Una imagen de la Bolsa de Madrid. / Europa Press

Conocer las divergencias

Otra utilidad de dicho indicador, y menos conocidas son las divergencias. Se utilizan en gráficos semanales y para índices. Son más fiables que si utilizamos un gráfico diario. Por otro lado, es mejor en índices pues estos están compuestos por una diversidad de valores que dan un comportamiento más ordenado y racional, mientras que un valor, por su excepcional comportamiento (Tesla o Nvidia), puede subir más allá de lo estimado o lógico, sin que las divergencias funcionen; son mucho más volátiles e imprevisibles.

Las divergencias bajistas o negativas ocurren cuando el indicador alcanza niveles máximos pero cada vez más bajos en el RSI mientras que las cotizaciones del valor, por ejemplo el Dow Jones o Nvidia, forman máximos cada vez más altos. Cuando esto sucede es señal de pérdida de la fuerza de la tendencia del precio. El precio del Dow Jones alcanza su máximo nivel respecto a otro máximo anterior, mientras que el indicador índice de fuerza relativa (RSI) desarrolla un máximo en un nivel más bajo que el producido en el nivel del máximo anterior del Dow Jones. El RSI está bajista y el Dow Jones alcista, por eso es una divergencia negativa o de implicaciones bajistas.

En el caso contrario tenemos las divergencias positivas o alcistas. Se producen cuando una acción o índice baja de cotización marcando su RSI valores cada vez más bajos y acompañando a la cotización del valor. Luego repunta la cotización y con ella su RSI, y semanas más tarde vuelve a bajar a nuevos mínimos, y mientras que la acción marca un mínimo inferior, en ese momento el valor de su RSI no ha bajado tanto con respecto a él mismo anteriormente. De ahí la divergencia; precios mínimos en la acción o índice no coinciden o son acompañados con nuevos mínimos en su RSI, estando este más alto que su acción, siendo así una divergencia positiva y con implicaciones alcistas. Recuerdo: es mejor con datos semanales. 

Pistas para ciclos de mercado

Pues casi siempre (no siempre), el final de grandes mercados alcistas como las 'puntocom' en 2000, la crisis del Covid en 2020 o la crisis financiera de 2007 a 2009, tuvieron un final violento que fue avisado antes por divergencias semanales en los RSI de los índices como Dow Jones o DAX alemán. No es algo inmediato, pues en ocasiones marcan dos o tres máximos con divergencias, subiendo durante algunos meses más para luego girar a la baja. 

Una imagen de la Bolsa de Fráncfort, en Alemania.

Una imagen de la Bolsa de Fráncfort, en Alemania. / Efe

El momento actual del mercado, viene de un muy buen ejercicio bursátil en 2023 y continuado por un buen comienzo de 2024. Los índices tanto en Europa, Estados Unidos como Japón, están marcando máximos no anuales, sino históricos, donde nunca antes habían estado. Todo ello impulsado por el excepcional comportamiento de valores como Nvidia, Meta Platforms o Microsoft y sin asomar dichas comentadas divergencias. Pero no puede continuar para siempre. Ya hay valores como Apple, Amazon o Google que no marcan nuevos máximos. Por ello hay que estar vigilantes a cuando lleguen las “pistas” de agotamiento, que ahora nos las hay. Se puede seguir en un mercado alto, pero no cansado.

Feliciano Macías Bermejo es asesor de inversiones en la oficina de Renta 4 en Málaga.