Opinión | En corto

Boceto para historia de amor

Las historias de amor nacen en la mente de los historiadores de historias de amor, oficio noble y propenso al mimetismo, gracias al que, casando casos, existe un libreto del amor que suelen seguir los protagonistas de las historias reales. Por ejemplo, el historiador en cuestión descubre en lo alto de un árbol casi urbano, junto a un arroyo casi urbano también, un bulto oscuro sospechoso, de feo aspecto, del que a cada tanto sale un graznido de córvido con algo también de parpeo de pato. No sin trabajo, el historiador del amor lo identifica como garcilla cangrejera, exótica en el lugar, y pronto, atando cabos (algo muy de su oficio) la relaciona con una blanquísima y bella garcilla común que a veces visita el arroyo. Cómo ha llegado allí la cangrejera, si habrá o no ligue, y el curso en su caso de la historia (cuyo arranque es real) está por escribir, pero para eso está la literatura.

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