Opinión | Viento fresco

Fabada

A los políticos les gusta decir que «toman nota». Claro que prefieren tomarlas controlando el Presupuesto

Los líderes del PNV celebran los resultados en las elecciones vascas del domingo.

Los líderes del PNV celebran los resultados en las elecciones vascas del domingo. / L. O.

A mí lo que me interesa es dónde se fue Andoni Ortuzar a celebrar que el PNV retiene el Gobierno. Ortuzar tiene rostro de estar satisfecho, harto pero no ahíto. Como el que se ha comido un plato de fabada salvo la última cucharada. Así está Euskadi también: harta o saciada del PNV pero no tanto como para dar el último cucharazo y desalojarlo en favor de Bildu. En Bildu se supone que son más de verduras y alimentos ecológicos, aunque a veces a alguno de sus dirigentes les sale un puerro de entrevista en el que se niega a decir que ETA era una banda terrorista. Y entonces, ante tal infamia, llega gente como Ortuzar y aprovecha para descalificarlos, diciendo que sí, que eran muy terroristas, terroristas temibles. Terroristones todos. Cosa que no decían (los del PNV) tan a las claras cuando Bildu no les asustaba. Y ETA estaba viva.

El PNV tiene que tomar nota de lo que el electorado le transmite, dicen los analistas. Claro que las notas se toman mejor controlando el Presupuesto. El Gobierno, los nombramientos, las empresas públicas, las subvenciones a los medios y el Boletín Oficial de la comunidad. Cosas que llevan controlando casi desde Sabino Arana, aunque con el paréntesis del lehendakari Patxi López.

Cuando en Andalucía ganaba y ganaba y volvía a ganar el PSOE es que estábamos tontos y apesebrados. Pero en otros sitios de España donde siempre gana el mismo no pasa nada, es que es la cultura política y tal. Con ese argumento nos tuvieron hartos como si con fabada a diario con sus sacramentos, nos alimentaran. El electorado va haciendo la digestión de estas elecciones pero atisba que el postre dentro de cuatro años puede ser un Gobierno de Bildu, aunque siempre puede quedar un periodista como Aimar Bretos en la Ser (¿«ETA era una banda terrorista?») o Alsina o un plumilla de provincias que pregunte y cambie el curso de una campaña y saque a flote las contradicciones. A lo mejor si Bildu llega a condenar a ETA saca mayoría absoluta. No lo sé. Pero en cuatro años, muchos, calvos. Ortuzar ya lo está. Lo mismo sigue de celebración. Tomando nota.