Opinión | Lectores

Cartas al director

'Vivienda y la España vaciada', por Guillermo Moya Torres

En España, o mejor dicho, en algunas capitales de provincia de España, hay un grave problema de vivienda.   Dicho problema no lo hemos generado los ciudadanos, sino que ha sido provocado por los políticos de todos los gobiernos autonómicos y centrales de las últimas dos décadas.   Y, ¿por qué afirmo tal cosa?, pues porque son los responsables del abandono del medio rural en aspectos tan importantes como las telecomunicaciones, ausencia de inversiones en transporte, y falta absoluta de incentivos para la instalación de industrias en la España vaciada.   Concentrar en pocas ciudades todo el tejido económico del país, convierte a esas zonas en ‘avisperos’, donde la lucha por la vivienda es atroz, y donde el que se lleva la peor parte es el ciudadano.   Algunas posibles soluciones, en las ciudades, deberían ir por el cambio de uso de miles de locales comerciales, de zonas nada comerciales, en viviendas. También ayudaría que los pisos convertidos en despachos profesionales volvieran a ser viviendas, pues dichas actividades económicas deberían instalarse en edificios de oficinas o locales a pie de calle . Y, por supuesto, lo más importante es ayudar al medio rural a completar su desarrollo, pues en los pueblos de toda España hay miles y miles de viviendas vacías, esperando a ser vendidas o alquiladas a precios muy bajos.   En España no faltan viviendas, lo que sí falta es un reparto más lógico de las inversiones que he nombrado, pues facilitarán la ocupación de lugares despoblados y rebajarán la tensión y los precios en las grandes ciudades.   Hemos de conseguir que la vuelta al medio rural no signifique un paso atrás en los servicios y las oportunidades, y sí un avance en nuestra calidad de vida.