Opinión | Marcaje en Corto

101 kilómetros y cerca de diez mil héroes en Ronda

No hubo prueba en 2023, porque los caballeros legionarios se encontraban en el Líbano. Tampoco en 2020 o 2021, con la pandemia condicionando los acontecimientos multitudinarios. Pero este sábado Ronda se reencontró con su principal escaparate deportivo, los 101 kilómetros. Era por lo tanto la segunda edición de esta década y eso se palpaba en la ciudad. Había muchas ganas de retomar una carrera que a pie o en bicicleta debe proclamar como héroes a los cerca de diez mil participantes que en la mayoría de los casos requirieron de la madrugada para poder completar los últimos metros hasta la Alameda del Tajo.

Hasta las nueve y media de la matinal de este domingo siguió abierta una meta que aguardaba desde que 24 horas se daba la salida a corredores y ciclistas. Bien es cierto que en el caso de los participantes sobre dos ruedas, el plazo para completar el recorrido se limitaba a 12 horas, por lo que para las nueve y media, pero de la noche del sábado, la meta quedaba cerrada a este cupo con unos 3.700 inscritos.

Para comprender un poco mejor los orígenes de una de las pruebas de montaña más deseadas en territorio español hay que remontarse a 1995. Por entonces, justo en el Día de la Inmaculada, queda instaurada por parte de la Legión una prueba que nacía de manera paralela a los 100 kilómetros madrileños de Corricolari (Sierra de Guadarrama),

No obstante, la organización nos recuerda que la distancia en Ronda están inspirada en la hazaña que a la desesperada permitió a los caballeros legionarios «salvar en 1921 la ciudad de Melilla». Prácticamente fue el trazado que tuvieron que recorrer en menos de 24 horas los efectivos de la Legión encargados de proteger los territorios españoles en suelo norteafricano.

La Legión quiso hace ahora 29 años aunar ante un mismo reto a participantes integrados en el Ejército español y a deportistas civiles que pudieran disfrutar de una misma experiencia. Desde entonces unos y otros están más cerca de nunca, pues es habitual ver cómo los corredores o ciclistas se animan y ayudan entre sí. Es decir, prima el juego limpio, los valores del deporte popular y la culminación de los 101 kilómetros. Los resultados en este caso quedan muy en segundo plano.

No hay mejor prueba de este último aspecto que la simple observación de las imágenes que cada año nos llegan desde la propia capital rondeña o de los paso intermedios por municipios como los malagueños Arriate o Benaoján o el gaditano Setenil de las Bodegas. Familias enteras y amigos alientan con pancartas y aplausos cada kilómetro de sus allegados, por muy lentos que puedan sucederse sus pasos o que altas o bajas sean las temperaturas.

Salvo que haya una nueva misión de los legionarios en el horizonte, como pasó hace un año, la edición de 2025 será muy especial. Porque se alcanzarán precisamente las 25 pruebas y las tres décadas desde la primera edición. Seguro que se prepararán actividades paralelas para dar aún más brillo, si cabe, a estos desafiantes 101 kilómetros de sudor, solidaridad, sacrificio y lucha contra uno mismo.

Para dar cuenta de la dureza de la prueba, hay que destacar que en la disciplina ciclista el primer clasificado en hombres, concretamente José María Sánchez, invirtió menos de 4 horas en completar el recorrido hasta la Alameda del Tajo, mientras que Natalia Fischer, primera fémina, rebajó con su tiempo la barrera de las 5 horas.

En la competición a pie, Joan Marc Falcó empleó 9 horas y apenas 3 minutos y la primera mujer en cruzar la meta, Cristina Palomo, justo una hora más. Por equipos, en la categoría civil (hay otra reservada a los grupos de legionarios), los jienenses Trailrunners Avanza fueron los primeros en el cupo masculino y Axarquía Solidaria Mountain venció en féminas.