Opinión | Al azar

Vox contra el divorcio de los demás

Santiago Abascal se divorció, la presidenta de Baleares también. Los vaivenes del estado civil de los políticos son tediosos, hasta que Vox impulsa una moción apoyada por el PP de Marga Prohens que «insta al Gobierno de las Islas Baleares a contribuir a la prevención de las rupturas familiares». A saber, las personas que han contraído matrimonios no vitalicios se encargarán de que sus conciudadanos se encadenen al yugo para la eternidad. Los encargados de «ayudar a superar las crisis familiares» ajenas serán los mismos gobernantes que naufragaron en las propias. La experiencia es un grado.

Por tanto, Vox se pronuncia contra las rupturas matrimoniales de los demás. Solo los votantes de la ultraderecha moderada, o solo sus mandatarios, vendrán autorizados a un divorcio sin interferencias, que no se vea complicado por la entrometida autoridad incompetente.

Además de censurar el divorcio ajeno , Vox habla en su moción de la «perspectiva de familia» con una intensidad que no se conocía desde El Padrino, donde el núcleo de convivencia alrededor del matrimonio pasa de sanguíneo a sanguinario, porque se preserva exterminando a las familias de la competencia. De hecho, el texto escueto de Vox acumula 32 menciones de la palabra «familia» en apenas doce párrafos. La densidad se vuelve tan asfixiante que los diputados autonómicos liderados por divorciados se sienten obligados a remarcar que se refieren «a las familias concretas», para diferenciarlas de familiares de atrezzo como los contratados por Juan Luis Galiardo en la película Familia.

Dado que España acumula 160.000 divorciados anuales, con hasta medio millón de afectados si se incluye a los hijos, Vox exigirá al Estado un esfuerzo incompatible con su vocación ultraliberal. Tampoco aclara si los programas de reinserción incluyen a los perversos causantes de «las situaciones de conflicto y riesgo», que amenazan a la institución que los dirigentes de PP y Vox contemplan con nostalgia, porque no la supieron conservar. A ver cómo se lo explican a sus segundos o terceros cónyuges.

Suscríbete para seguir leyendo